02 sept. 2025

Tres años y medio de guerra y Putin sigue sin ceder a la paz

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Vladimir Putin. El presidente de Rusia elude, hasta el momento, cualquier acuerdo.

AFP

PUTIN

La guerra en Ucrania cumple el domingo tres años y medio sin que Rusia parezca interesada en poner fin a los combates. Su principal argumento en las negociaciones de paz es precisamente que la victoria está a la vuelta de la esquina, algo que refutan los escasos éxitos cosechados por el ejército ruso en la actual batalla por el control de Donetsk.
Según la prensa estadounidense, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró hace una semana en Alaska a su homólogo de EEUU, Donald Trump, que Moscú puede conquistar en breve todo el Donbás.

También es verdad que el Ejército ucraniano, lastrado por una crónica falta de hombres, no tiene a día de hoy opciones de recuperar el terreno ocupado. Eso lo reconoce el propio presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien de todas formas se niega a aceptar las exigencias territoriales del Kremlin, que significarían una capitulación.

Superficie ocupada. El Ejército ruso ocupa ahora aproximadamente 115.000 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano, lo que es menos que la superficie de Grecia (131.000) o Nicaragua (130.000) y un 20% de la superficie total del país vecino.

En realidad, un tercio de ese territorio –la anexionada península de Crimea y las zonas prorrusas de las repúblicas popular de Donetsk y Lugansk– ya las controlaba antes de iniciar su campaña militar el 24 de febrero de 2022.

En el caso del Donbás, a día de hoy Moscú controla unos 46.500 kilómetros cuadrados, con lo que le faltarían unos 6.500 kilómetros cuadrados en Donetsk para dominar toda la región.

Además, las tropas rusas han tomado más de 400 kilómetros cuadrados en las regiones norteñas de Járkov y Sumi con el objetivo, según Putin, de crear una franja de seguridad.

Mientras, los ucranianos perdieron el control en mayo del trozo de territorio que tomaron en agosto de 2024 en la región rusa de Kursk, que llegó a alcanzar los 1.400 kilómetros cuadrados.

Guerra de desgaste. Días antes de la cumbre de Alaska, las tropas rusas lanzaron una atrevida operación en la que lograron trazar una cuña de diez kilómetros de profundidad en Donetsk.

Los analistas creen que a este ritmo al Ejército ruso le llevará aún muchos meses sólo acercarse a las plazas fuertes del norte de Donetsk.

El pesimismo cunde entre los expertos de uno y otro bando sobre una pronta paz. Pronostican que lo más probable es que los combates continúen en 2026, ya que Putin no tiene intención de reunirse con Zelenski, a no ser que sea para negociar la rendición. Aunque en la cumbre con Trump el jefe del Kremlin se mostró dispuesto a abordar las garantías de seguridad para Kiev, su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, rechazó esta semana unas garantías colectivas que no incluyan a Rusia y no corroboren la neutralidad ucraniana sin presencia de tropas occidentales.

Rusia anuncia avance en Donetsk

Rusia reivindicó el sábado la toma de dos localidades en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, intensificando la presión militar sobre el terreno, en momentos en que aumentan los esfuerzos diplomáticos para encontrar una solución al conflicto. En un comunicado en Telegram, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que capturó las localidades de Sredneye y de Kleban-Byk en esta región. La captura de Kleban-Byk marca un nuevo paso hacia la ciudad de Kostiantynivka, un importante bastión en la carretera que conduce a Kramatorsk, que es a su vez un centro logístico ucraniano clave en el frente de la región de Donetsk. El Ejército ruso incrementa sus avances territoriales en los últimos meses frente a unas fuerzas ucranianas menos numerosas y peor equipadas. Estos avances se producen mientras se desvanece la perspectiva de una reunión entre el presidente ruso, Putin, y el ucraniano, Zelenski. AFP

EFE
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