De acuerdo con esta misma fuente, que pidió el anonimato por la sensibilidad del asunto, ni Israel ni Hamás anunciaron el fracaso en las comunicaciones, pero indicaron que “efectivamente hubo un retraso” ante las dificultades de alcanzar un acuerdo en puntos como el intercambio de prisioneros que esperan resolver en las próximas semanas.
Por ello, según el informante, “las estimaciones indican que el acuerdo no se implementará antes de que Trump ingrese a la Casa Blanca el 20 de enero”, dado que las negociaciones están estancadas en la cuestión sobre el número de rehenes israelíes y prisioneros palestinos que serán liberados; dificultades que los mediadores tratarán de resolver en este periodo de tiempo.
El principal obstáculo para avanzar es que “Hamás se niega a liberar a 12 hombres y mujeres israelíes secuestrados y, en cambio, exige la devolución de 12 cuerpos de hombres secuestrados”.
“Hasta ahora, Israel ha proporcionado a Hamás una lista de 34 prisioneros como parte del acuerdo propuesto. Hamás aprobó 22 nombres de la lista, pero pidió que los 12 restantes sean sustituidos por cuerpos, pero la delegación israelí se negó a incluir los cuerpos de los secuestrados en la lista de los 34 nombres”, explicó.
Además, “Israel insiste en que en cualquier acuerdo sólo aceptará rehenes vivos y se ha negado a aceptar la liberación de algunos prisioneros palestinos que Hamás exigió que se incluyeran en la lista de sentencias largas, como Al Barghouti y Ahmed Saadat”.
El presidente electo de EEUU, Donald Trump, regresará al Despacho Oval el 20 de enero tras ganar en las elecciones del 5 de noviembre e imponerse en el voto popular con el respaldo de 77 millones de personas.
Desde entonces intensificó su presión sobre Hamás, advirtiendo de que hará pagar un “infierno” al grupo islamista si no libera a los rehenes israelíes en el enclave antes de que tome posesión.