“No podemos convertirnos en un aguantadero de delincuentes. Se decidió cerrar temporalmente ese lugar y buscar otro espacio que no sea en el foco; precisamente, donde están estos chicos, a los efectos de que sea un lugar seguro y nos permita trabajar con ellos más tiempo. Porque el hecho de que ellos vengan, coman y se vayan no nos permite trabajar en el proceso de desintoxicación y no estábamos cumpliendo el propósito; les estábamos exponiendo a un alto riesgo a los chicos y también a los vecinos”, sopesó.
Ahora están viendo un local en San Lorenzo o Luque no solo para que sirva de albergue temporal. “Tenemos que llevarles a un lugar donde nos permita instalar a la gente y trabajar aisladamente con los chicos para hacer su proceso de desintoxicación y, posteriormente, de rehabilitación”, señaló.
Al Centro Abierto que está cerrado desde el año pasado asistían entre 25 a 30 niños y adolescentes en consumo.
“Los chicos que necesitaban medicación fueron llevados directamente a la Fundación Madre Tierra que tiene un convenio con nosotros. Estamos invirtiendo G. 200 millones en ese programa, para un proceso de rehabilitación de más de dos años para adolescentes que están con drogas”, apuntó al recordar que Painac es un programa y su centro principal es Ñemity, en San Lorenzo.