A casi 200 kilómetros de la capital, donde se ubica la escuela básica Nº 846 General Francisco Caballero Álvarez, cinco ministros del Gobierno de Mario Abdo Benítez, encabezados por el titular del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), Juan Manuel Brunetti, llegaron anunciando la conectividad en esta institución, como parte del proyecto de conectividad que debe llegar a 1.538 centros públicos.
Esta instalación en la escuela General Caballero se financia con USD 62 millones del Fondo de Excelencia, con un programa que se aprobó ya en mayo del 2020, pero que se ejecuta luego de 15 meses.
La promesa inicial, realizada durante la gestión de Eduardo Petta, era que las tecnologías estén listas para fines del 2020.
Brunetti llegó también con tecnología. Tras el acto oficial posó con estudiantes que mostraban las notebooks que al fin llegaron en este segundo curso lectivo en pandemia, con educación a distancia o semipresencial desde este mes, tras el receso invernal.
Estudiantes y docentes vienen reclamando desde antes de la pandemia la incorporación de todo tipo de recursos tecnológicos en la educación, como el pedido de tabletas, centros tecnológicos; mayor y mejor conectividad en barrios, zonas rurales y comunidades indígenas.
“Nosotros esperamos que los proveedores que fueron adjudicados con los contratos puedan ir avanzando, nosotros desde el Mitic y el MEC queremos que encuentren respuestas rápidas de nuestra parte, para que este beneficio lo antes posible vaya llegando a los estudiantes”, manifestó Brunetti. Agregó que esperan llegar a fin de año con estas 1.538 escuelas públicas conectadas, que, sumadas a otros 1.700 centros escolares que son los que tienen conexión a internet actualmente, puedan abarcar al 87% de la población estudiantil.
Desde la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes) criticaron que solo se reparten aparatos y no instruyen sobre el uso, y piden que se habiliten más centros tecnológicos o laboratorios, que están instalados en escuelas seleccionadas, en zonas vulnerables de las ciudades y también en locales rurales, no solo en centros educativos.
“Hay barrios populares que hoy no tienen acceso a internet, que no cuentan con tecnología. Que habiliten estos laboratorios con directrices claras sobre su uso”, dijo Luciano Armoa.