Costello hizo esa declaración ante la investigación pública del caso en Londres, que se celebra en el estadio de crícket de Oval (sur de Londres), cerca de la estación de metro de Stockwell, donde el brasileño fue tiroteado el 22 de julio de 2005.
Según Costello, Blair, entonces jefe del Gobierno, fue consultado por Scotland Yard sobre la decisión policial de impedir el acceso de investigadores independientes al lugar del suceso.
El inspector jefe, miembro de Scotland Yard, se refirió a la Comisión Independientes de Quejas contra la Policía IPCC), que no pudo acceder a la estación de metro en la que murió Menezes tras la tragedia por impedimento del cuerpo de policía.
“Eso (la prohibición de acceso de la IPCC) ocurrió a petición del comisario jefe (de Scotland Yard) y anoté (en aquel momento) que el Primer Ministro había sido consultado. Eso es lo que recuerdo de aquel momento en que escribí la nota”, explicó Costello.
Preguntado por qué fue consultado Blair, el declarante respondió: “Se trataba de una investigación antiterrorista en curso”.
Anteriormente, el forense que examinó el cuerpo de Jean Charles de Menezes, el patólogo Kenneth Shorrock, también prestó testimonio ante la investigación pública.
Shorrock señaló que recibió información errónea de la Policía cuando visitó el lugar de los hechos.
El patólogo fue informado por los agentes que le acompañaron en su inspección de la estación de metro de Stockwell de que el brasileño había saltado las barreras de acceso y tropezado en las escaleras en su supuesta huida de las autoridades.
Preguntado por el abogado de la familia, Michael Mansfield, por qué figuraban entre sus notas iniciales esos datos incorrectos, el doctor respondió: “Es lo que me dijeron”.
“Lo que pasó es que había muchos agentes presentes y nos hicieron un recorrido”, explicó el médico, quién dijo no poder recordar quién le hizo las declaraciones, ni si era un oficial con rango.
Posteriormente se ha confirmado que Jean Charles de Menezes, acribillado a tiros por la policía londinense al ser confundido con un terrorista suicida, entró al metro como un usuario más, y fue la víctima inocente de un error policial.
El doctor también declaró que un sólo tiro hubiera sido suficiente para incapacitar al joven, que no habría podido sobrevivir ni uno de los cuatro disparos que recibió en el cerebro.
De Menezes murió de siete tiros en la cabeza y uno en el hombro efectuados por agentes de paisano que le confundieron con uno de los autores de los atentados fallidos del 21 de julio del 2005.
Otro testigo en la sesión de hoy fue el ex subcomisario adjunto Brian Paddick, quien en su día discrepó con sus colegas sobre cuándo el entonces comisario de Scotland Yard, Ian Blair, se había enterado de que se había matado a un inocente.
En su primera declaración ante la investigación, Paddick, que este año fue candidato a la alcaldía de Londres, opinó que la orden dada por la oficial al mando de la operación, Cressida Dick, sobre cómo los agentes debían proceder era “ambigua”.
La orden fue “detenedle, pero hagáis lo que hagáis, no le dejéis entrar al metro”.
Paddick también dijo que, según el reglamento de Scotland Yard, el papel de Dick como “oficial de rango designada” para supervisar la operación debía ser ocuparse exclusivamente de “la decisión de disparar”.