A pesar de que ya no hay permisos para importar tomates, a los horticultores les cuesta colocar la producción nacional a G. 5.000 el kilo, un precio que consideran justo.
Los socios del Consejo Nacional de Productores Frutihortícolas prepararon 20.000 kilos para vender esta semana y recién tras varios intentos con los intermediarios lograron negociar con Agro Comercial J y D, que a su vez provee a supermercados.
El dirigente del gremio, Máximo González, explicó que el precio no puede estar por debajo de G. 5.000 debido al alto costo de producción que representa la nutrición de las plantas, así como el cuidado ante el ataque de plagas, a lo que se suma la caja de presentación.
Los productores piden además un acuerdo para que los permisos de importación se otorguen solo a quienes hayan comprado antes tomate nacional.