La mayor fuente de desigualdad en Paraguay -en la generación de oportunidades de trabajo como de economías de escala- es la concentración de la propiedad de la tierra rural, una de las más altas del planeta, según estudio del PNUD.
De las 40 millones de hectáreas de tierra, 4 millones se destinan a cultivos y 22 millones a pasturas. Esto se distribuye entre 300 mil fincas o explotaciones, de modo intensamente desigual, agrega.
“No existe una reforma agraria integral; tampoco políticas públicas claves que puedan afectar esta desigualdad mediante, por ejemplo, la formación de un mercado dinámico de tierras”, grafica el informe que analiza las desigualdades en desarrollo humano.