La autora explicó que estos relatos surgieron de su imaginación, inspirados por sus veranos en San Bernardino, en donde pasó su infancia al igual que lo hicieron sus hijos y nietos, en su casa llamada La Lilia, ubicada en el casco histórico de la ciudad, cerca del emblemático lago Ypacaraí.
La ciudad entonces es el escenario principal de las historias imaginadas que tienen como intención la transmisión de valores y promover la creatividad en los niños. En ese sentido, Las salamandras viajeras, se ubica como un recurso literario utilizado como enseñanza para que los pequeños pierdan el miedo a los reptiles y logren apreciar a los animales que habitan libremente en las casonas de la ciudad.
Fantasía. El material, que acompaña a una familia de salamandras que llega al país y se instala en una casona del estilo colonial del pueblo de San Bernardino de antaño, en la que descubren la vegetación, la arquitectura y además deben convivir con otros animalitos, cuenta con las ilustraciones de Lucas We, artista contemporáneo que da vida a los personajes ubicándolos en un espacio lleno de colores y fantasía.
El libro de tapa dura, impreso a color puede ser adquirido a un costo de G. 87.900.