Este estupefaciente está presente hace algunos años en Rusia, Estados Unidos, Reino Unido y finalmente llegó a Sudamérica.
Videos compartidos en redes sociales muestran a varias personas en las calles de Brasil, totalmente desorientadas y con aspecto de zombies, como los de las películas de ciencia ficción.
La droga, cuyo nombre original y componente principal aún se desconoce, produce agitación, insomnio, irritación, mareo, depresión, paranoia, delirios, pensamientos suicidas, ataques de pánico y apoplejía en quienes la consumen.
Lo más grave es que los consumidores tienden a causarse daño a sí mismos y, por supuesto, ponen en riesgo la vida de terceras personas.
Hasta el momento también se sabe que es una especie de droga sintética conocida como “sales de baño”, que contiene derivados de un estimulante cerebral y puede ser mezclada con otros estupefacientes, con la flexibilidad de ser consumida por diferentes vías (inhalarla, inyectarse o fumarla).
Desde la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) confirmaron que en Paraguay no se registró ningún caso en Paraguay, pero temen que ingrese desde el lado brasileño por la vulnerabilidad de controles en la zona fronteriza.