En las zonas de frontera, entidades financieras se están empezando a negar a atender a clientes que acuden con sumas de dinero en efectivo, debido a las exigencias en documentación vigentes para este tipo de operaciones y la multitud de explicaciones que deben brindar a los reguladores cuando acceden a intermediar negocios con estas características.
En este contexto, “uno de los principales desafíos de la banca local consiste en administrar estos riesgos y desarrollar mecanismos de digitalización de transacciones en un mercado que llega a ser incluso trimoneda, por la circulación de dólares, reales y guaraníes”, recalcó Beltrán Macchi, directivo del banco Visión.
El ejecutivo recordó que en recientes encuentros que mantuvo con miembros de Cámaras de Comercio de Ciudad del Este, Encarnación, Pedro Juan Caballero y Salto del Guairá, se planteó dicha situación. A su criterio, queda así en evidencia la dificultad de aplicar la propuesta del Ministerio de Hacienda, de considerar para las deducciones del impuesto a la renta personal (IRP) las operaciones superiores a G. 50 millones, solamente cuando cuenten con el comprobante de haberse utilizado un medio fehaciente de pago: Transferencias o pagos electrónicos.
“Esto requiere de un proceso diferente, primero hay que llegar a todo el país, que todos puedan tener una cuenta, hoy estamos teniendo situaciones de cuentas canceladas por las exigencias que hay: Paraguay va a ser sometido a un examen de prevención de lavado de dinero. Los bancos queremos evitar riesgos y fácilmente un comercio se puede quedar sin su cuenta; y si no puede operar en efectivo, ¿cómo va a operar?”, recalcó Macchi, en el conversatorio denominado Hacia dónde va la banca, que encabezó ayer con representantes de medios de comunicación.
En consecuencia, consideró que se debe diseñar un escenario para que las mencionadas medidas puedan empezar a implementarse, atendiendo además, a que la tendencia mundial consiste en pasarse al terreno digital y abandonar el dinero en efectivo. Reconoció que alrededor del 90% de las transacciones en el país se siguen realizando en efectivo y que el 50% del sistema financiero está dolarizado; estas variables se suman a la circulación de otras monedas, especialmente en las localidades fronterizas, para plantear condiciones complejas a la digitalización de los pagos, concluyó.