El canciller nacional Luis Castiglioni dijo ayer que siguen aguardando la decisión perentoria del Brasil, para el levantamiento de la medida de la Receita Federal que afecta duramente a las industrias maquiladoras de autopartes. A nivel interno, mientras surgieron escaramuzas entre referentes del Gobierno de Horacio Cartes y del actual, sobre la responsabilidad de haber llegado a esta situación, sin resultados con el acuerdo automotor con el Brasil.
Castiglioni reiteró, que Brasil ya tiene la propuesta paraguaya para el acuerdo, como también un pedido para fijar un plazo de sesenta a noventa días para su definición.
Las maquiladoras de autopartes paraguayas, que exportan por USD 300 millones al Brasil y emplean a unas 12 mil personas, continúan angustiadas ante el mantenimiento de la citada medida, que impone el pago de arancel y que los deja sin rentabilidad ni posibilidad de seguir produciendo. De hecho, varios camiones siguen varados y no pueden llevar sus productos al Brasil.
NADA. La ministra de Industria y Comercio, Liz Cramer, refirió ayer que se están haciendo las gestiones para que Brasil levante la medida y que, de acuerdo a los antecedentes, durante las gestiones del Gobierno de Horacio Cartes, las negociaciones del acuerdo automotor terminaron en la nada. Incluso, refirió que tuvieron que rechazar las exigencias que había hecho el Gobierno brasileño saliente de Michel Temer.
Explicó que recién, luego de que Jair Bolsonaro y el presidente Mario Abdo Benítez se hayan acomodado en sus cargos, iniciaron las negociaciones en febrero, pero se le dio prioridad al acuerdo Mercosur-Unión Europea que se cerró el pasado viernes.
Recordó que cuando asumieron, encontraron que el Ministerio de Industria y Comercio (entonces presidido por Gustavo Leite) había quedado solo con las negociaciones del acuerdo automotor, sin la Cancillería, y no llegó a cerrar.
Explicó que el actual Gobierno tomó conocimiento de que el Brasil, condicionaba que Paraguay deje de importar autos usados, que aumente del 20 al 35% los aranceles a productos extra zona, incluidos automotores, además de la liberación impositiva para importar tractores e implementos agrícolas, hasta injerencias en cuestiones internas de régimen de atracción de inversiones de nuestro país.
Sostuvo que esto fue rechazado por el Gobierno del presidente Mario Abdo Benítez y que también, en su momento, había sido cuestionado por las industrias afectadas.
Cramer dijo que no se aceptaron las condiciones exigidas durante el Gobierno de Temer, y ahora se elevaron propuestas de ir implementando acciones graduales y acordes a la situación e intereses económicos del Paraguay, respecto a su madurez industrial y otros aspectos, como el caso del sector de importación de vehículos usados que tiene su mercado propio en el país.
“Debería renunciar”
En conversación con NPY Paraguay, el ex titular del MIC, Gustavo Leite, defendió ayer su gestión en torno al acuerdo automotor con el Brasil, durante el Gobierno de Horacio Cartes y se despachó en contra de la actuación del canciller Luis Castiglioni y de su sucesora en el cargo, Liz Cramer.
Si bien, dijo que no quería polemizar, apuntó que tenía que salir a hablar “luego de las temerarias declaraciones del canciller Castiglioni y también de la ministra Cramer, que nos quieren involucrar a nosotros en un error que es absolutamente de este Gobierno”.
Afirmó que en su gestión, se iniciaron las negociaciones del acuerdo automotor y afianzaron las inversiones de autopartes con generación de empleos. Preguntó al canciller por qué se dio cuenta recién luego de 10 meses que lo que se estaba negociando era lesivo para Paraguay, o solo inventó una excusa, porque ahora se le cerró la frontera. “Si fue debería presentar su renuncia por inútil”, enfatizó.