González tenía preparado un discurso que leyó ante el pleno. Dijo que es el momento de marcar un precedente en la historia política y social del país, con el desafío de generar mayor credibilidad institucional con decisiones éticas, en referencia al pedido de Cuevas de retomar su banca.
“Quisiera referirme al diputado que se encuentra privado de su libertad y busca reincorporarse a este alto cuerpo legislativo, tergiversando el objetivo de la sesión telemática como excusa para ejercer una función de la cual fue suspendido, me refiero a Miguel Cuevas”, expresó.
Sostuvo que existe una inhabilidad para que el diputado ejerza la función de forma activa ante la modificación de su situación procesal, ya que pasó de la prisión preventiva al arresto domiciliario, por lo que no está habilitado a trabajar, ni siquiera de forma virtual.
Pero lo más sorpresivo fue el énfasis con que González detalló los supuestos delitos cometidos por Cuevas. Indicó que cuando era gobernador de Paraguarí, actuó en detrimento de los fondos de la institución, incurriendo en lesión de confianza, además del enriquecimiento ilícito por el que está siendo procesado.