Los números no mienten. Nunca antes en la historia de sesenta años de la Copa Libertadores, de las dos décadas de la Sudamericana, fueron cuatro equipos de un mismo país los participantes de las finales de los torneos de clubes más importantes del continente.
Los millonarios Palmeiras y Flamengo se verán las caras el 27 de noviembre.
El 20 lo harán los más modestos, Bragantino y Atlético Paranaense. Ambos juegos serán en Montevideo, Uruguay, en el mítico estadio Centenario que quiere relanzarse como candidato a albergar el Mundial 2030.
Esta supremacía coincide con el alto nivel de juego individual y colectivo que exhiben los brasileños. Entre las nuevas apariciones, el delantero Bruno Henrique, del Flamengo, de 30 años, igualó una marca en la Libertadores ostentada por Pelé (1963), Albeiro Usuariga (1989) y Miguel Borja (2016): fue autor de cuatro goles en los partidos semifinales, todos los que marcó su equipo contra Barcelona (2-0 y 0-2).