El informe de la cartera fiscal indica que esta comunicación se da en un contexto en el cual, en los primeros tres meses del año, se han producido bajas en las notas de países de la región y cambios en sus perspectivas, además de choques externos registrados en el ámbito internacional.
Así, S&P mantiene la calificación de Paraguay en BB, con perspectiva estable. Esto último indica que nuestro país mantendrá una gestión macroeconómica cautelosa en los próximos 12 a 18 meses, sin perjuicio de las elecciones presidenciales y legislativas del próximo 30 de abril. Al respecto, opinan que la fuerte recuperación económica y los niveles estables de deuda serían factores positivos para la reducción del déficit fiscal.
La calificadora espera la continuidad de políticas después de las elecciones, contribuyendo así a un crecimiento sostenido de la economía. En ese sentido, sus perspectivas de expansión para la economía local son de un 5% para el 2023, luego de un crecimiento moderado en el 2022.
El documento resalta que las instituciones económicas claves se han fortalecido en los últimos años y esperan que esto continúe después de las elecciones generales.
Por otra parte, hace referencia al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional sobre el Instrumento de Coordinación de Políticas (PCI), señalando que el mismo cuenta con el apoyo de los candidatos presidenciales.
S&P opina que el acuerdo técnico del FMI es un instrumento que ayudará a diseñar estas reformas, incluida una reforma de las pensiones, una reforma del servicio civil y la reorganización del sector público.
Finalmente, el Ministerio de Hacienda recordó que Paraguay ha logrado mantener su calificación crediticia y la perspectiva estable con las calificadoras Fitch y Standard & Poor’s. Incluso, agrega, se mejoró a positiva con Moody’s, lo que nos ubica a un paso del grado de inversión.