“El cuoteo es una transacción de cargos públicos entre grupos partidarios, en función de intereses privados. Cuando en el tema de la renovación de los ministros del TSJE y otros cargos, los parlamentarios y representantes de la clase política argumentan a favor del mismo, están incurriendo en una tergiversación de los principios democráticos de representación y de respeto a la voluntad de las mayorías”, indicó Ferrara.
Sostiene que el cuoteo es el extremo de la privatización de lo político, y en este sentido, las ideas clásicas sobre lo político plantean una reflexión que va más allá de las transacciones en torno al poder.
“Los grandes pensadores políticos han centrado siempre su atención en la reflexión sobre lo que es bueno para la comunidad, es decir, el interés público de la mayoría o desde otra perspectiva, el mantenimiento de un orden en el que los individuos tengan garantizada su seguridad y otros bienes. Esto está en las raíces del pensamiento liberal”, dijo.
Agrega que cuando asumimos un compromiso con el ideal democrático, damos por supuesto ciertos principios centrales, como el de la representación y el respeto a la voluntad popular.
“El cuoteo es una práctica contraria a estos principios, ya que se basa en una transacción privada, en un cálculo de tipo costo-beneficio y que funciona conforme a intereses de sectores minoritarios. El resultado de esta práctica es el deterioro de la legitimidad de las instituciones democráticas, la corrosión del orden democrático”, manifestó.
SECUESTRO. Para la directora de Semillas para la Democracia, existen instituciones democráticas que hoy están cooptadas por poderes fácticos, que se rehúsan a desprenderse de sus privilegios.
“En ese sentido, el Parlamento es una institución de la democracia liberal por definición, lo que no quiere decir que el Parlamento Nacional de la República del Paraguay responda a dicha tradición política, en realidad, es un parlamento oligárquico-mafioso en gran medida”, expresó Ferrara.
Dijo que la idealización de los partidos, como instancias válidas de representación de los intereses de las diversas organizaciones intermedias y la ciudadanía en general, no es más que una falacia tras la que se esconde la intención de mantener privilegios privados.
“La democracia paraguaya es una democracia formal y se caracteriza por la crisis de representatividad y la disociación entre la clase política y la ciudadanía”, sostuvo.
Dijo que de allí viene el éxito de los outsiders, ya que la clase política y los partidos, son estructuras electorales basadas en la prebenda y la manipulación, que han caído en descrédito por no responder a las demandas ciudadanas.
ACUERDOS POLÍTICOS. Ferrara instó a que las designaciones se realicen a partir de acuerdos políticos que realmente representen intereses de la mayoría, y para esto, la propia clase política debe recuperar legitimidad ante la ciudadanía.
“El fundamento de su legitimidad está en la distribución de beneficios, o lo que es lo mismo, la satisfacción de demandas, ya sea en una lógica primaria de prebenda y beneficios directos, hasta una más compleja de legislación y políticas públicas”, explica.
Dijo que las acciones de los partidos políticos se están circunscribiendo a defender o aumentar sus privilegios (cuotas de poder, negocios, etc.), sin considerar las corrientes de opinión y las demandas ciudadanas.
Respecto al caso puntual del máximo órgano electoral, sostuvo que existe un interés manifiesto de amplios sectores de que el TSJE debe avanzar hacia su independencia.
Ferrara lanzó la pregunta de si pueden los partidos, ellos solos, encerrados en ellos mismos y haciendo acuerdos de cúpulas, tomar decisiones o llegar a consensos acordes con la voluntad mayoritaria de la ciudadanía.
Dijo que la participación ciudadana en el proceso de selección de los dos nuevos ministros del TSJE, así como el rol de las organizaciones especializadas, serán claves para evitar el cuoteo.
“La única manera de recuperar las instituciones democráticas es forzar a que los procesos se abran a la participación de la ciudadanía... Al hacer públicos y participativos los procesos de toma de decisiones, se reduce el grado de discrecionalidad, y sobre todo, disminuye la brecha que hay actualmente entre partidos y ciudadanía”, indicó finalmente la directora de Semillas para la Democracia.
El cuoteo es una transacción privada, cuyo resultado es el deterioro de la legitimidad de las instituciones democráticas.
El Parlamento Nacional... en realidad, es un parlamento oligárquico-mafioso en gran medida.
Marta Ferrara,
directora de Semillas.