En una tarde de verano, en lo más alto de San Bernardino, Soledad Núñez Méndez y Bruno Defelippe Díaz de Espada unieron sus vidas en matrimonio, tras varios años de noviazgo. La cita fue en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, y tras una emotiva ceremonia firmaron la libreta de familia. El civil, oficiado por la jueza Norma Romero, tuvo lugar en el Club Náutico de San Bernardino. En cuanto a los pormenores de la fiesta, Karú se encargó de preparar el menú, Maikena decoró todo el lugar, y la coordinación fue trabajo de The Vow by Valentina Pangrazio. La lente de Julio Zárate inmortalizó cada recuerdo de la boda.