29 mar. 2024

Sobrepasada, la Policía pide penas más duras a delincuentes callejeros

Para el director de Policía del área metropolitana, la inseguridad no cesa porque las personas detenidas salen muy pronto de los centros de reclusión y con más ánimo para hacer sus golpes.

Enrejada. Vecinos de Barrio Obrero tienen una caseta policial enrejada y sistema de cámaras.

Enrejada. Vecinos de Barrio Obrero tienen una caseta policial enrejada y sistema de cámaras.

Para el comisario Silvio Cantero, director de Policía del área metropolitana, una de las formas de hacer frente a la ola de inseguridad que azota a gran parte del país es aplicando sanciones más duras a las personas infractoras de la ley.

De esta manera, pone en discusión el problema que genera la pronta liberación, por parte de jueces y fiscales, de personas detenidas por casos de asaltos callejeros, y la necesidad de endurecer la Justicia, con leyes más duras.

En su opinión, la Policía hace su trabajo al detener a los sospechosos, pero lamenta que pasen poco tiempo tras las rejas.

“Se deberían quedar más tiempo las personas en las cárceles; se debería pensar en endurecer más el castigo para los delincuentes. Sobre todo en delitos como reducción, que tiene una pena ínfima”, señaló el jefe policial.

REINCIDENTES. De acuerdo con su experiencia, existen hombres y mujeres que aprovechan el tiempo en las penitenciarías para ir planeando nuevos golpes y armar allí a sus bandas. “Muchos de los que detenemos a diario son reincidentes, preparan sus equipos y al salir de la cárcel retoman con todo la vida de la delincuencia”, agregó.

FALLA EL SISTEMA JUDICIAL. El subcomisario Carlos Vega, de la Comisaría 4a Metropolitana, que está ubicada en una de las zonas consideradas sensibles, reflexiona sobre el caso y afirma que hay puntos que están fallando en el sistema de Justicia. “Comunicamos a las entidades correspondientes, pero terminan saliendo en libertad de forma rápida y vuelven a las calles; o en caso que van a prisión domiciliaria, van violando esa situación y nuevamente todo entra en un sistema, donde le volvemos a encontrar en las calles cometiendo estos hechos”, indicó.

El uniformado lamentó que existen ocasiones en que las personas afectadas por la inseguridad no acuden a la comisaría para formalizar una denuncia y esto hace que un sospechoso demorado, tenga que abandonar el centro policial luego de las seis horas de su aprehensión.

Los barrios como Santísima Trinidad, Tablada, Ricardo Brugada siguen siendo puntos que más trabajo dan a los uniformados, indica el comisario Cantero, para luego añadir que últimamente se tienen casos de robos realizados por los tristemente célebres motochorros, tanto a viandantes como a comercios, estaciones de servicio, farmacias, entre otros, como los delitos que más se repiten en su zona de cobertura.

EL EFECTO TYSON. Una de las detenciones de las que se jacta la Policía es la de Amado Enrique Melgarejo Duré, alias Tyson, que fue detenido en la Chacarita. Los uniformados le venían siguiendo los pasos ya que manejaban información que habría liderado una banda dedicada a asaltar a conductores de plataformas como Uber o Bolt, que se repitieron en varias ocasiones.

Tyson, que contaba con 9 órdenes de captura, cayó en medio de un procedimiento encubierto en los pasillos entre las calles México y Playa.

El comisario Cantero asegura, que tras su detención, disminuyeron este tipo de hechos en Asunción y en zonas aledañas.

Sin embargo, en los últimos meses se vio una creciente ola de violencia en la capital, algunas de ellas conmocionaron a la opinión pública, como el caso del funcionario municipal que fue muerto al resistirse a un asalto, justo un día después de haber salido del hospital tras vencer al Covid.

Se trata de Félix María Quiñónez, que perdió la vida al recibir un balazo por parte de un motochorro, el pasado 27 de mayo, en el barrio Santísima Trinidad. Félix volvía del banco y traía consigo una importante suma de dinero que había obtenido al realizar un préstamo.

A manos de motoasaltantes, también perdió la vida el radiólogo del Instituto de Medicina Tropical, Justo Amado López, que recibió un disparo en el cuello al resistirse a que le robaran el teléfono celular; ocurrió en la madrugada del 7 de mayo, en el barrio Trinidad.