Si bien el juego en su desarrollo careció de emotividad, el desenlace fue de película, con premio como actor principal para Facundo Bruera, que no tuvo un inicio feliz de campeonato, pero que apareció con un certero cabezazo para marcar la diferencia en la última acción del juego.
MUY POCO. En lo que refiere a lo expuesto por el Decano, fue pobre en el global, siendo un equipo impreciso que cayó en errores infantiles, sin ideas para generar peligro en la primera parte en donde el Gumarelo sostuvo el control, aprovechando la descoordinación en la última línea para marcar la diferencia.
Con Héctor Villalba como eje, el Gumarelo siempre encontró espacios para desarrollar su juego en el hueco que dejó el medio y la defensa de Olimpia, y con su alta presión siempre obligó al error al local. Pese a esa notoria diferencia, el Franjeado se las arregló para encontrar el empate en la única acción importante que tuvo.
Situaciones marcaron el rumbo del juego, ya que con la prematura salida de Derlis González el local perdió en sorpresa; con la lesión de Hugo Martínez el Albinegro mermó en la transición fluida, situación que se agravó con la expulsión de Alfio Oviedo, por lo que obligó al equipo a replegarse atrás.
La fórmula parecía ser la correcta, ante un Olimpia que tuvo la iniciativa, que mandó gente al ataque, pero nunca halló las herramientas para romper la doble contención que propuso el Guma.
El gol llegó de pelota parada, en donde la ejecución de Hugo Quintana fue fundamental para quedarse con la victoria. Mucho por trabajar para Aguirre, ya que desde hace varios juegos el Decano parece que se quedó sin ideas para merecer ganar.
Olimpia, con el apoyo de su gente y en la última jugada, tumbó a Libertad y trepa en la clasificación del Apertura.
Facundo Bruera
El atacante tuvo mucho sacrificio para la lucha, siendo oportuno en la última jugada para marcar la diferencia de cabeza.