La creciente y al parecer imparable ola de delincuencia que arrasa barrios y calles del país, con asaltos, atracos y ataques de motochorros, cuenta con un involuntario aliado que es la falla en el Sistema de Videovigilancia del 911 de la Policía Nacional, el cual está operando con apenas 811 cámaras. De acuerdo con un trabajo periodístico realizado por Última Hora y Telefuturo, desde que dicho sistema fue implementado, nunca se ha podido lograr el pleno funcionamiento.
Por otra parte, desde hace doce años se tiene contrato con la misma proveedora, por un monto de más de USD 27 millones, lo que evidencia que existen recursos para la inversión en seguridad. Sin embargo, ante la ausencia de apoyo tecnológico, los casos de hurtos y robos ascienden a 11 por hora, según estadísticas del Ministerio Público.
De acuerdo con los datos del trabajo periodístico, el 911 opera solo con el 49% de las cámaras, además su soporte de almacenamiento se encuentra en situación crítica, los videos se guardan solo entre 2 y 6 días. La desidia es más que evidente, se cuentan 162 puntos abandonados, algunos de ellos en zonas rojas de Asunción y en las principales capitales departamentales. En la ciudad de Asunción solamente funcionan el 38% de las cámaras; en Central funcionan solo 153, un 59%, y en las sedes regionales un 56% del sistema contratado. En las grandes ciudades como Pedro Juan Caballero de 90, 45 no funcionan; en Ciudad del Este de 122, 39 están sin operar; en Concepción de 36 cámaras unas 24 están instaladas sin conexión; en Encarnación de 163 no funcionan 86 y en Caacupé de 13 que fueron instaladas solo funciona una cámara.
Como respuesta al reportaje, el ministro del Interior, Enrique Riera, asegura que los equipos están en camino para ser repuestos, y refirió sobre un ambicioso proyecto de unir las cámaras privadas a las del sistema 911.
Recordemos que hace ya tres años se reconocía el potencial colapso del Sistema de Emergencias 911, porque todo el sistema adolecía ya de falta de mantenimiento y renovación de sus equipos; las cámaras de seguridad estaban en un 40% obsoletas, como lo había reconocido el entonces ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio. Hace tres años ya se hablaba de proactividad con el sector privado y de cámaras inteligentes.
A las instituciones no les faltan ideas ni propuestas, donde siempre ocurren los fallos es evidentemente en la gestión. Es por esta razón que muchos de los delitos se resuelven mediante el apoyo de las cámaras de viviendas privadas y de empresas.
De acuerdo con los datos de una encuesta del Atlas de la Violencia e Inseguridad en Paraguay más de la mitad de la población ya fue víctima de la delincuencia criminal, pero que solo cuatro de cada diez afectados deciden denunciar el hecho. Las víctimas no hacen la denuncian por su falta de confianza en la Policía, en la Fiscalía, en el Poder Judicial, ya que la población considera que están afectadas por la corrupción y no cumplen debidamente su función.
Los ciudadanos necesitan tener la certeza de que sus autoridades se preocupan y se ocupan de su bienestar, y que trabajan comprometidamente para desarrollar los mejores planes y así brindar a la población la seguridad que se merecen.