08 may. 2024

Sin peregrinos en Ruta de la Fe, rumbo a la Virgencita Azul

El paisaje de la ruta camino a la Basílica Menor de Caacupé es atípico en los primeros días de diciembre. Sin sus miles de peregrinos. Con pocos promeseros en días anteriores. La ruta está con escasos promeseros, en algunos horarios vacía. Solos los vehículos cruzan el camino de la fe en la ruta PY02, pero cuyo destino no es la Basílica Menor de Caacupé.

Desde Ypacaraí hasta Caacupé, el camino está desierto en un día de la semana con cielo nublado y llovizna. El tramo que cada año copan los peregrinos y promeseros ahora se convirtió en una zona desierta. Escasos vehículos, cinco a siete puestos de venta de comida y yuyos para el mate o tereré, son escenas que conforman este paisaje atípico en el año en que la pandemia paró todo, hasta la gran peregrinación rumbo a la Virgen de Caacupé.

En ese paisaje atípico al subir el cerro, no hay bullicio, ni gente orando, ni peregrinos descansando al borde de la ruta con los pies ampollados, ni desmayos. Solo casi al llegar a la Basílica Menor, hay policías que resguardan la zona para evitar las masiva peregrinación, que este año está restringida como una medida sanitaria contra el Covid-19.

Los peregrinos acatan la prohibición de peregrinar días previos a la fiesta patronal del 8 de diciembre, como protocolo para evitar un masivo contagio del coronavirus. La cantidad de infectados aumenta cada día, con casi 1.000 nuevos casos en los primeros días de diciembre.

La pandemia paró la movilización masiva, pero los promeseros mantienen intacta la fe, con esperanza de volver a peregrinar en los próximos años.

El panorama es casi desolador. En un día, que un año atrás, con lluvias, entre semana, calor de casi 40 grados, no representaba un impedimento para que los promeseros peregrinasen hasta la Basílica de Caacupé. Hoy la historia cambió y este año atípico quedará marcado en la historia.

En la zona del Kurusu Peregrino, ubicada en el kilómetro 48 de la ruta PY02, el punto de encuentro para caminar hasta la Basílica de la Villa Serrana también está desolada. Este punto tradicional en el que también muchos descansaban, tras la subida, antes de continuar el camino rumbo a Caacupé.

EXPECTATIVA. Una mujer mira la ruta. Toma un poco de mate y sigue mirando, tal vez mantiene una leve esperanza de que algún peregrino pase por su puesto para comprar yuyos, en una época en que años pasados, la recaudación era el agosto de los caacupeños.

Hoy muchos sienten el bolsillo vacío a causa de la pandemia que paró todo y tuvo su repercusión en las ventas. Los ingresos cayeron estrepitosamente.

Más adelante, al llegar a Caacupé solo los lugareños de la Villa Serrana recorren las calles. Los vendedores ambulantes tienen cerrados sus puestos de venta, solo algunos apuestan a la suerte y abren el negocio donde venden recuerdos para todos los gustos.

LA PANDEMIA QUE PARÓ TODO. El camino de la fe este año no tendrá la visita de miles de peregrinos, ni de promeseras vestidas como la Virgen de Caacupé, ni las carretas ni las bicicletas pintarán el paisaje con un ambiente de fe cristiana el 8 de diciembre.

La música “ya las caravanas de los promeseros, ascienden la loma de Caacupé”, solo sonará en el coro, pero no se representará como cada año. La postal será en el nuevo modo de vivir Covid-19.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.