El defensor del pueblo (ombudsman), Carlos Camargo, denunció ayer que en la ciudad del suroeste del país hubo excesos y gravísimos abusos por parte de la policía, incluidos actos de agresiones sexuales actos de terrorismo contra las instalaciones de Medicina Legal y de la Fiscalía General de la Nación con destrucción de evidencias y expedientes judiciales, el hurto de narcóticos incautados, bloqueos y violencia de todo tipo. Camargo también lamentó la muerte del joven Sebastián Quintero durante las protestas del viernes. Según organizaciones de derechos humanos y videos que circulan en redes sociales, el estudiante universitario al parecer falleció por el impacto de un gas lacrimógeno en el cuello.
Los colombianos completan 18 días de protesta contra el gobierno de Iván Duque, con jornadas más intensas que otras, pese a que han muerto 42 personas (un uniformado y 41 civiles), según la Defensoría del Pueblo, que vela por los derechos humanos. El Ministerio de Defensa, que tiene a su cargo la policía, cuenta más de 1.500 lesionados entre manifestantes y agentes.
En Popayán, el caso de la menor de edad llevada a rastras y presuntamente manoseada por uniformados que disolvían una protesta se sumó a los reclamos de los manifestantes. Oenegés documentaron múltiples abusos policiales y las denuncias han tenido eco en la comunidad internacional que, en cabeza de EEUU, han pedido moderación a la fuerza pública. AFP