Hoy meditamos el Evangelio según San Mateo 18,1-5.10.12-14
El papa Francisco a propósito del Evangelio de hoy dijo: “Los niños - en su sencillez interior - llevan consigo, además, la capacidad de recibir y dar ternura. Ternura es tener un corazón de carne y no de piedra, como dice la Biblia (cf. Ez36, 26).
La ternura es también poesía: es sentir las cosas y los acontecimientos, no tratarlos como meros objetos, sólo para usarlos, porque sirven...
Los niños tienen la capacidad de sonreír y de llorar. Algunos, cuando los tomo para abrazarlos, sonríen; otros me ven vestido de blanco y creen que soy el médico y que vengo a vacunarlos, y lloran... pero espontáneamente. Los niños son así: sonríen y lloran, dos cosas que en nosotros, los grandes, a menudo «se bloquean», ya no somos capaces...
…Los niños sonríen espontáneamente y lloran espontáneamente. Depende siempre del corazón, y con frecuencia nuestro corazón se bloquea y pierde esta capacidad de sonreír, de llorar.
Entonces, los niños pueden enseñarnos de nuevo a sonreír y a llorar. Pero, nosotros mismos, tenemos que preguntarnos: ¿sonrío espontáneamente, con naturalidad, con amor, o mi sonrisa es artificial? ¿Todavía lloro o he perdido la capacidad de llorar? Dos preguntas muy humanas que nos enseñan los niños.
Por todos estos motivos Jesús invita a sus discípulos a hacerse como niños porque de los que son como ellos es el reino de Dios.
Queridos hermanos y hermanas, los niños traen vida, alegría, esperanza, incluso complicaciones. Pero la vida es así. Ciertamente causan también preocupaciones y a veces muchos problemas; pero es mejor una sociedad con estas preocupaciones y estos problemas, que una sociedad triste y gris porque se quedó sin niños.
Y cuando vemos que el número de nacimientos de una sociedad llega apenas al uno por ciento, podemos decir que esta sociedad es triste, es gris porque se ha quedado sin niños”.
(Frases extractadas de https://www.pildorasdefe.net/liturgia/evangelio-mateo-18-1-5-10-12-14-hacerse-ninos-entrar-reino-cielos)