El incendio se registró cerca de las 4.30 de este miércoles, cuando María Lina Leiva, de 62 años, quien vive en compañía de su nieto adolescente, se encontraba durmiendo. Al despertar, las llamas ya consumieron gran parte de su vivienda y la misma salió con vida de milagro.
Marina Almada, una pobladora de Villarrica, dijo a Última Hora que la vivienda que fue consumida por el fuego era de madera con techo de chapa. Añadió que la afectada se quedó con la ropa puesta, es decir, perdió todo lo que tenía.
Comentó que Leiva posee dificultad auditiva, por lo que no se percató de lo que pasaba a su alrededor, no así cuando sintió el calor en la madrugada, cuando el fuego ya estaba arrasando con todo.
Los vecinos sofocaron las llamas que quedaron para que no se propagara a otras viviendas que están alrededor. Se presume que el incendio se originó a raíz de un cortocircuito.
Sobre el estado de doña María Lina, dijo que se la trasladó a Villarrica para un control médico ya que también tuvo algunas lesiones leves a consecuencia del incendio de su vivienda.
Apelan a la ayuda de personas de buen corazón para reconstruir su casa y las personas de buen corazón pueden comunicarse al número (0994) 998-403.
Piden ayuda tras incendios en el cerro
Los pobladores de Cerro Polilla vienen soportando desde hace varios días un incendio en la zona, que afectó bosques y chacras de la mayoría de los productores, a consecuencia de la quema irresponsable de pastizales y cañaverales.
“Pedimos ayuda por todos lados. La mayoría de los pobladores perdieron su chacra y ahora también están soportando el incendio de una casa. Ninguna autoridad vino al lugar para ver cómo sufren. Ni agua tienen para tomar. Los pozos se están secando”, dijo Marina Almada.
Según Almada, los vecinos necesitan de una urgente asistencia, ya que en la zona hay criaturas y abuelitos que no pueden respirar debido a la alta concentración de humo a consecuencia de los incendios, señalando que necesitan medicamentos y contención sicológica.
La compañía Cerro Polilla de Villarrica dista a unos 30 kilómetros aproximadamente del centro de la ciudad, pasando la compañía Tororô, donde se encuentra el atractivo turístico denominado Ita Letra.