29 mar. 2024

Ser ejemplo en poner la vida por encima de cualquier otro interés

La salud pública ha sido históricamente postergada a pesar de la relevancia de su función para la vida y el bienestar de las personas, y de las quejas de la ciudadanía. Paraguay es uno de los que menos invierten por persona en este ámbito. Esta situación se ha traducido, como es de esperar, en malas condiciones de salud de la población y un alto gasto de bolsillo, ubicando al país como uno de los de peor resultado sanitario en la región. La consecuencia está a la vista y probablemente tendremos mucho que lamentar en las próximas semanas. El Ministerio de Hacienda debe garantizar con urgencia los fondos para salud. Esperemos que el Paraguay sea un ejemplo en poner la vida de las personas primero y después cualquier otro interés.

Si bien hubo periodos en que aumentó el presupuesto público dirigido al sector y mejoraron los indicadores de salud, en los últimos años este incremento se estancó y con ello también los avances que estábamos viendo en relación con el aumento de la cobertura de los servicios.

Debemos referir que incluso en algunas variables se observa un retroceso de 6 o 7 años, como es el caso de las consultas médicas en caso de enfermedad o accidente.

Las medidas anunciadas por el Gobierno tienen como objetivo fortalecer la atención a la salud y para eso lograron la aprobación de una considerable suma de endeudamiento. Las consecuencias del endeudamiento se extenderán los próximos 10 a 30 años si somos optimistas. Hay que tener en cuenta que en 2023 el país tiene que hacer un pago relativamente importante y no cuenta con recursos ahorrados.

La situación empeora si consideramos que una proporción cada vez mayor de deuda está siendo dedicada a pagarla bajo el concepto de “reperfilamiento”, comúnmente denominado “bicicleteo”.

Si bien el discurso oficial señala que es para mejorar las condiciones de financiamiento, lo que en realidad ocurre es que extendemos el plazo de pago, por lo cual estamos pasando cada vez mayor deuda a las siguientes generaciones porque los recursos tributarios no son suficientes para hacer frente a las necesidades.

Los recursos del endeudamiento tardarán en llegar, mientras que el Ministerio de Salud requiere con urgencia recursos humanos, equipamiento e insumos, lo cual exige disponibilidad hoy. El Ministerio de Hacienda debe garantizar oportunamente los recursos para financiar la atención de las personas contagiadas y la seguridad del personal de servicio.

La vida de muchas personas está en juego, así como el sufrimiento y la sostenibilidad económica y sicológica de las familias que sufrirán la pérdida de alguno de sus integrantes. Algunas personas ponen en duda el valor de la vida humana, en un falso dilema con respecto a las pérdidas económicas. En términos básicos, la ecuación que plantean es la necesidad de perder vidas a cambio de mantener la economía.

Este planteamiento solo mira el corto plazo y el mantenimiento material, pero no se cuestiona qué pasará con las familias que pierden proveedores o hijos jóvenes o con un país que deja morir los pocos recursos humanos calificados que tiene.

Aun cuando fuese de una moral cuestionable ponerle precio a la vida humana, el precio que le están poniendo está basado en un cálculo realizado solo para el corto plazo, por lo que, al parecer, les sale muy bajo el costo. Esto hace que terminen promoviendo el cese de la cuarentena con argumentos económicos.

Esperemos que el Paraguay sea un ejemplo en poner la vida de las personas primero y después cualquier otro interés. Una clara señal de esta decisión será dotarle al Ministerio de Salud de los fondos que requiere para salvar la vida de los pacientes y de sus recursos humanos en el momento oportuno. El Ministerio de Hacienda debe realizar su mayor esfuerzo.

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