A través de la Dirección de Análisis Financiero y Estratégico, la Seprelad, liderada por Carlos Arregui, adoptó algunas medidas y controles de seguridad durante la pandemia, especialmente desde el 10 de marzo, fecha en que se anunció la cuarentena, según mencionó la institución, que logró un registro de gran cantidad de ROS.
De esta manera, los sujetos obligados pudieron seguir reportando las operaciones sospechosas, más aún teniendo en cuenta la suspensión del cumplimiento de una serie de obligaciones de carácter administrativo.
Así, los sujetos obligados, que pueden ser personas jurídicas o naturales que estén sometidas a las obligaciones establecidas en las leyes de ALA/CFT, continuaron cumpliendo con reportar las operaciones sospechosas de forma inmediata y eficaz.
CLASIFICACIÓN. Las comunicaciones remitidas por los sujetos obligados son objeto de un análisis de riesgo y clasificación según su orden de prioridad.
Del total de reportes recepcionados, 17 registraron riesgos altos y fueron objeto de análisis de inteligencia financieros y estratégicos, que resultaron en la remisión a autoridades competentes de: 25 informes de inteligencia financiera y dos notas de inteligencia estratégica, de acuerdo con Seprelad.
Pese a que el Grupo de Acción Financiera Latinoamericana (Gafilat) comunicó que tras la emergencia global causada por el coronavirus se podía registrar una reducción en el volumen de los ROS recibidos, así como eventuales retrasos en la obtención de información adicional requerida para las investigaciones en curso, la Seprelad anunció que pudo cumplir con las expectativas y las metas previstas en cuanto a la remisión de dichos reportes.
De esta manera, se fueron concretando las metas con estrictas medidas de control, garantizando la seguridad de la información sensible, que es analizada por los servidores públicos dependientes de la Seprelad, de acuerdo con el informe.
Las cifras
2.284 reportes de operaciones sospechosas recepcionó Seprelad en tiempo de restricciones por la pandemia del Covid-19.
17 ROS fueron de riesgos altos y fueron objeto de análisis de inteligencia financieros y estratégicos, según la Seprelad.
