Los senadores opositores y disidentes tuvieron los votos necesarios para rechazar y archivar el crédito de USD 200 millones para pagar obras. Su tratamiento se realizó en la sesión ordinaria de la fecha, informó la periodista Diana González.
Temiendo esa posibilidad, el jefe de Gabinete de la Presidencia, Juan Carlos López Moreira, advirtió en la víspera que unos 50.000 empleados podrían quedar sin trabajo. Sin embargo, los legisladores señalaron la falta de seriedad del Ejecutivo a la hora de presentar el proyecto al Congreso.
A la hora de su análisis, todos los senadores pertenecientes al oficialismo colorado dejaron sus bancas y abandonaron la sala de sesiones. También hubo un intento de postergar su tratamiento por parte del senador liberal Carlos Amarilla, pero no tuvo éxito.
La presidenta de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, Desirée Masi, señaló algunas deficiencias de las autoridades del Gobierno y dijo que se deben acostumbrar a los controles y remitir adecuadamente los documentos.
Dijo que el anexo de obras que serían financiadas con ese crédito recién se remitió el miércoles en horas de la tarde y tampoco se entregó el convenio. La legisladora dijo que esas informaciones deben ser presentadas mucho antes si se quiere ser “mínimamente serios”.
“Los que dicen ser súper técnicos, que se comporten de esa manera y adjunten toda la documentación”, expresó. Incluso dijo que le solicitó al ministro de Hacienda, Santiago Peña, que retire el proyecto y presente nuevamente en forma.
El colorado disidente Silvio Ovelar cuestionó que se hayan comprometido recursos sin tenerlos a disposición. Sostuvo que el crédito es para un calce presupuestario con el objetivo de pagar deudas. “Es grave o gravísimo que abiertamente en un mensaje oficial del Ejecutivo se esté pidiendo un préstamo para pagar deudas”, afirmó.
Carlos Amarilla también reprobó la desprolijidad e improvisación del Gobierno, pero fue consciente de que al rechazar el convenio se estaría generando un problema serio en el desenvolvimiento del equilibrio presupuestario en lo que resta del año fiscal y en el siguiente.
Al no tener documentos sobre el destino de los recursos, los parlamentarios consideraron que se trataba de un préstamo de libre disponibilidad para el Ministerio de Hacienda, “léase calce presupuestario”, indicó Masi.
EXPLICACIÓN
López Moreira dijo que las empresas constructoras experimentaron una mejor ejecución de obras, ya sea por su eficiencia como por la estabilidad climática, que permitió el rápido avance de los trabajos.
Esta cantidad de dinero se tenía previsto desembolsar en los últimos meses del año, pero de seguir con este ritmo solo se tienen disponibles pagos hasta fines de octubre. Desde ese momento se estaría adeudando a las empresas contratadas y estas a su vez paralizarían las obras.
De ser así, cesaría gran parte de los 50.000 trabajadores que operan en proyectos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), quienes quedarían sin trabajo, advirtió el ministro.
Por su parte, el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Ramón Jiménez Gaona, señaló que “se está trabajando más y mejor. Pero para sostener ese crecimiento requerimos de los recursos adicionales del crédito”.
