“Así como está la coyuntura y con el cambio repetido de cancilleres (el cuarto) en esta administración, no se observa una imagen tranquilizadora hacia dentro ni hacia afuera, en las negociaciones”, afirmó.
Además, dijo que por los antecedentes, no existe un escenario propicio, ya que Mario Abdo Benítez está actuando políticamente mal, con lo cual se debería dejar para la próxima administración la tarea de revisar el Anexo C, para que la ciudadanía tenga más confianza.
Con respecto a que el proceso será lo más transparente y que los documentos estarán a disposición de toda la ciudadanía, tal como lo refirió ayer de mañana Euclides Acevedo, Montanía mencionó que la gente ya tiene un conocimiento -si no total de lo que significa llegar a 2023- por lo menos hay datos que maneja dentro del emprendimiento que es muy importante para el Paraguay.
Sobre el condominio que se tiene con Brasil, refirió que debe servir para mejorar la situación económica del país, y no para subsidiar a los mismos sectores de siempre (citó a sojeros y ganaderos) o para construir puentes muy caros o recibir migajas del país vecino.
Por su parte, el ingeniero Ricardo Canese, experto en sector energético, dijo que la obligación de revisar el Anexo C es a partir de agosto de 2023, con un próximo gobierno, y que la consigna deberá ser la renegociación total, pero que el Gobierno actual no define esa agenda a favor del país.
Abogó para que la actual administración se decida realmente a hacer las obras eléctricas necesarias para aprovechar la energía; pero que Mario Abdo Benítez no se atreve a hacer otra cosa que generar componendas con el gobierno de Jair Bolsonaro y la oligarquía brasileña (recordó a la empresa Leros, ligada a la familia del mandatario brasileño).
Con la coyuntura de debilidad de la actual administración frente a la revisión del Anexo C de Itaipú, referentes del sector eléctrico abogan por que la mesa con Brasil esté activa recién en 2023.