En los últimos días este virus ha ganado notoriedad en los medios debido a que varios jugadores del seleccionado francés de fútbol, que debe disputar mañana la final del certamen contra Argentina, tienen síntomas compatibles con el MERS. Y aunque no se ha confirmado de que se trata efectivamente de este virus, expertos de varios países alertan en el artículo de The Lancet que debido a que actualmente se desarrollan dos eventos masivos en Qatar –el Mundial de Fútbol y el Camel Mzayen Club, un evento de belleza que también congrega a miles de seguidores de todo el mundo–, es posible que se produzcan brotes de esta enfermedad que podría confundirse con un resfriado.
Según cifras que proporciona The Lancet, hasta el 1 de noviembre de este año se habían reportado a nivel global, en 27 países, un total de 2.600 casos diagnosticados en laboratorio, con un total de 894 muertes. Se trata de un altísimo índice de mortalidad, un 34%.
El contacto con los dromedarios, las aglomeraciones y la participación de muchas personas en ambos eventos –el Mundial de Fútbol y el certamen de camellos–, “crean las condiciones ideales para las transmisiones de patógenos asociados al camello con potencial epidémico”.
Para evitar el riesgo de transmisión del MERS-CoV, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades de Qatar han realizado una campaña se concienciación extensiva dirigida a los turistas que incluye evitar el contacto directo con los camellos, así como evitar el consumo de leche no tratada y carne cruda del mismo animal.
EL BROTE DE 2015. Como ejemplo del potencial de transmisión que tiene el MERS-CoV, The Lancet menciona el caso de un brote en Corea del Sur en 2015. Un turista del país asiático que había visitado cuatro países de Medio Oriente contrajo el virus y cayó enfermo tras regresar a Seúl. Mientras esperaba atención médica en una sala de emergencia repleta de pacientes, la infección pasó a otras personas, alcanzando en total 184 casos con 36 muertes.
“El riesgo de que los visitantes de Qatar regresen a sus países infectados con el MERS-Cov, permanece real. Todas las autoridades de salud pública y trabajadores sanitarios, no solo en Medio Oriente sino en todos los países desde donde han viajado para participar en cualquiera de los dos eventos mencionados deberían tener mayor conciencia de la posibilidad de infección con el MERS-CoV.