13 feb. 2025

Se siente perjudicado ante “mala praxis” de una entidad bancaria

El ciudadano Roberto Pereira se vio obligado a cerrar dos empresas (una gasolinera y una farmacia), bajo la razón social Reptroil SA, debido a lo que manifiesta como una mala praxis del banco Sudameris, por la que se siente perjudicado, según explica en un relato donde pone énfasis en que –por la pandemia– agotó recursos para “levantar” cheques, pero la entidad bancaria no tuvo en cuenta su dificultad financiera, según lamentó.

En marzo de 2020, cuando se declaró la pandemia, los negocios exceptuados para seguir trabajando eran las gasolineras y las farmacias. Pereira indica que, de todos modos, no ingresó mucho en caja durante ese tiempo de total incertidumbre.

“El 20 de marzo de ese año teníamos un cheque diferido, girado a nombre de nuestros proveedores, por G. 53 millones. El día anterior contacto al proveedor, para evitar caer en infracción, y me contesta que no habría dramas. Ese 20 hablo con mi ejecutiva de cuentas en Sudameris y le comento que no estábamos vendiendo nada. Teníamos una línea de sobregiro llena y le pedí que me gestione un crédito ordinario de ese sobregiro, para cubrir los siguientes cheques”, relata.

Según indica, la ejecutiva de cuentas le consulta si había un cheque para nuestros proveedores, y que Pereira le especificó que estaba fechado para el 20, pero que gestionó para que lo retengan. “No obstante, cuando ingreso a mi banking vi que ingresó de todos modos ese cheque. Teníamos algunos fondos para cobrar, pero ingresó ese cheque por G. 53 millones y absorbió todo y luego el banco me rechazó por insuficiencia de fondos, que deviene en una cancelación de cuenta corriente”, menciona.

El perjudicado lamentó que uno de los proveedores haya depositado ese cheque con monto considerable, a pesar de la promesa hecha; por lo que el departamento de riesgo de la entidad bancaria le catalogó como de riesgo, lo que le extrañó a Pereira, ya que tiene garantía real bajo escribanía por más de G. 5.000 millones, según señala.

resolución. Pereira evoca además que el 26 de marzo de ese año salió una resolución del Banco Central del Paraguay por la que permite a los bancos no comunicar a la entidad matriz la insuficiencia de fondos de alguno de sus clientes.

Sin embargo, el 1 de abril llegan a la oficina del denunciante unas 15 cartas-documentos comunicándole la inhabilitación y cancelación de su cuenta corriente, fechadas el 26 de marzo, justo el día en que salió el decreto, por lo que aquel interpreta que hubo desde la entidad bancaria una mala intención hacia él.

El perjudicado dice que también recurrió a Sedeco, para que puedan recepcionar su denuncia, pero le rechazaron, con la argumentación de que no es consumidor final; en tanto que un documento del mismo BCP fue emitido, mencionando que –finalmente– Sudameris había actuado conforme corresponde.

En las idas y venidas, llegó diciembre de 2021 y la entidad bancaria se comunicó con Pereira, porque no querían ir a demanda; y este les argumentaba que tuvo que apelar a cerrar la empresa y dejar a gente sin trabajo.


5.000
millones de guaraníes de garantía real expuso Pereira frente a la entidad bancaria, pero no sirvió ante la sanción.