…Zacarías e Isabel eran “justos ante Dios y caminaban intachables en todos los mandamientos y preceptos del Señor”. Caminaban de acuerdo con la voluntad de Dios. Eran estériles y de edad avanzada. Dios se sirvió de ese mal y de esa circunstancia para obrar un don muy alto: el nacimiento de Juan Bautista.
El anuncio del nacimiento ocurrió mientras Zacarías ejercía su sacerdocio en el templo para ofrecer el incienso y se le apareció el ángel del Señor. “
Lo primero que le dijo el ángel es: no temas. Los ángeles son enviados de Dios para servirle y, además, ayudar a los hombres a abrirse al misterio de Dios. Por eso, el ángel lo primero que le dice a Zacarías es que no temiera. Que era como decirle, estoy contigo para ayudarte a vivir la cercanía de Dios. Luego, le anuncia el nacimiento de un hijo al que deberá poner el nombre de Juan. De este modo, Dios le muestra su favor; por un lado, que su oración ha sido escuchada y, por otro, que el hijo es un don de Dios. Como queda manifiesto por la esterilidad de Isabel, su mujer.
Zacarías escucha al Ángel, pero no cree y pregunta: ¿cómo podré yo estar seguro de ello? La fe de Zacarías es una fe débil. Y el Ángel le anuncia que se quedará mudo hasta el momento del nacimiento. Zacarías recupera el habla cuando nace Juan para poner el nombre al hijo como el ángel le había mandado.
Qué diferente la fe de Zacarías en el anuncio de Juan que la de María y José en el anuncio de Jesús. La fe de María y la de José es una fe firme. Esa es la fe que hemos de pedir al Señor, por medio de los ángeles, para fiarnos de Dios y descubrirlo en las cosas buenas y en las cosas malas que nos ocurren a lo largo de nuestra vida. “Todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a Dios” (Romanos 8, 28) y de este modo recorrer el camino de la vida con una esperanza alegre.
(Frases extractadas de https://opusdei.org/es-py/gospel/evangelio-19-diciembre-adviento/)