Antonio Barrios, como proyectista, alegó que Julio Mazzoleni “tiene una oportunidad de oro para comprar todo lo que haga falta”.
Desirée Masi sugirió agregar la parte de comunicación social para que se lleven adelante campañas de prevención.
Sin embargo, fueron los llanistas los que salieron al paso, y se negaron a dar “otro cheque en blanco” al Ejecutivo.
Fernando Silva Facetti indicó que el Gobierno ya tiene carta blanca para la crisis.
Esperanza Martínez, del Frente Guasu, sostuvo que la intención es que el ministro tenga todas las cartas en la mano y que ya dependería de su capacidad de gestión.
La liberal Zulma Gómez admitió que apoyó la propuesta como médica, pero que sería irresponsable disponer de la plata ajena.
“No podemos darle carta verde, cheque en blanco para el que ni siquiera 1% supo utilizar”, sentenció.
Sugirió a Mazzoleni que denuncie a los que le ponen palos a la rueda, porque o sino queda como cómplice.
El titular de la Bicameral de Control de la Ley de Emergencia, Amado Florentín, sugirió aplazar por 8 días, y se votó en ese sentido.