El vicepresidente de la Asociación de Productores de Soja, Karsten Friedichsen, explicó que si al menos se consiguen 4.500 kilos por hectárea, todavía habrá ganancias, mientras que los agricultores que alcancen solo 3.000 kilos por hectárea, podrían cerrar la zafriña en negativo.
Algunos productores cerraron contratos por USD 220 la tonelada de manera anticipada, una decisión muy arriesgada ante la incertidumbre acerca de la calidad y cantidad de producción.