El derrumbe del puente Morandi se produjo en torno a las 12.00 del horario italiano, cuando un tramo de 1.182 metros de longitud y una altura de 90 metros se vino abajo y sepultó entre los escombros a varios vehículos.
Hay además cinco heridos graves, según confirmaron a EFE fuentes del Ministerio del Interior italiano.
El viceministro también declaró que el Gobierno debe trabajar en los próximos meses para comprobar el estado de las carreteras de la ciudad y si se construyeron cumpliendo la normativa.
Rixi además informó en su cuenta de Twitter de que el escenario es dramático y agradeció su esfuerzo a los equipos de bomberos, de protección civil, de policía municipal y al resto de miembros que están prestando ayuda a la ciudad y a las personas afectadas.
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El Gobierno italiano está siguiendo con atención la evolución de la situación y esta tarde está previsto que llegue a la ciudad el primer ministro, Giuseppe Conte, para reunirse con las autoridades locales.
También lo harán, previsiblemente, en las próximas horas el líder del Movimiento Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, y el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli.
El puente fue construido en la década de 1960 y une la autopista A-10, que llega desde la frontera de Francia, con la A-7 que está hacia el norte de Milán.
El derrumbe se ha producido por causas que aún se desconocen, aunque la compañía Autostrade per l’Italia, que gestiona varias carreteras del país, dijo en un comunicado que se estaba trabajando para consolidar el pavimento del viaducto.
Tal y como estaba previsto, se había instalado un puente grúa para permitir el desarrollo de actividades de mantenimiento. Los trabajos y el estado del puente estaban sujetos a la constante observación de las autoridades locales.
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