Salvador y Cuiabá, capitales de los estados de Bahía y Mato Grosso, respectivamente, frenaron la víspera la aplicación de los antídotos, y Belém, la capital de Pará, la suspendió desde el domingo. La previsión es que entre el jueves y el viernes ocurra lo mismo en Curitiba, la capital de Paraná, y en Porto Alegre, la capital de Río Grande do Sul.
La escasez de las vacunas también afecta a varios municipios del país, lo que elevó la furia de la Confederación Nacional de Municipios, que criticó la falta de previsión del Gobierno y pidió la cabeza del ministro de Salud, Eduardo Pazuello. De acuerdo con el organismo, el Ministerio de Salud “ha ignorado repetidamente” a los alcaldes de Brasil y su titular no realizó la planificación necesaria para la adquisición de vacunas porque “su mando no creía en la vacunación como salida a la crisis”. Brasil inició su campaña de vacunación hace un mes y hasta ahora el Ministerio de Salud ha distribuido 12 millones de dosis (2 millones del anglo-sueco AstraZeneca y 10 millones de la china Sinovac). EFE