El Senado aprobó ayer la normativa conocida como ley Anita, que fomenta la donación de órganos en el país. Así, los mayores de 18 años se convierten automáticamente en donadores, salvo que presenten su negativa en un documento. La normativa, que ya tuvo su trámite exitoso en ambas cámaras, ahora pasa a consideración del Ejecutivo para su promulgación.
La ley Anita se aprobó con la obligatoriedad de que, cumplida la mayoría de edad, se convierta uno en donante, pero se establece que se garantizará la posibilidad de que pueda expresarse la oposición por cualquier medio.
El artículo 17 reza que esta oposición se deberá hacer ante escribano público, en el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), o en las instituciones o locales que este habilite para el efecto.
El escribano público y las instituciones o locales afectados deberán informar al INAT de la oposición dentro del plazo de 48 horas de realizado el trámite.
En el artículo 18 recalca que también se podrá plasmar la objeción ante la Dirección de Identificaciones, durante la gestión del documento de identidad, y/o ante la Municipalidad, al solicitar el registro de conducir.
La Cámara Alta aprobó sobre tablas el proyecto que ya contaba con dictámenes de varias comisiones asesoras y había sido unificado con el proyecto de Diputados, por lo cual el trámite fue rápido y sin mucha discusión.
A diferencia de la primera ley que regulaba el trasplante de órganos, la senadora Desirée Masi explicó que desde hace 15 años todos somos “donadores presuntos”. No obstante, en la práctica hay muy pocos donadores, pues no estaba expresa la obligación.
En torno al protocolo para declarar muerte encefálica, Masi aseguró que habrá mucho rigor para decretarla, incluso más del que se establece en la normativa vigente.
“Si antes debían firmarlo el neurocirujano y el neurólogo, ahora también deberá pasar por la autorización del médico de terapia intensiva”, dijo.
Por su parte, el vocero del Frente Guasu, senador Jorge Querey, celebró el consenso conseguido para la aprobación del proyecto, teniendo en cuenta que será un beneficio para las personas que están en lista de espera de donación.
FINANCIACIÓN. El proyecto establece que un 10% del presupuesto del Fondo Nacional para la Salud sea destinado para poner en práctica el programa de donación, que será ejecutado por el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT).
Uno de los aspectos para los que serán ejecutados los recursos es, además de capacitación de los especialistas, es en infraestructura y en reactivos para el cuidado de los órganos.