La histórica loma volvió a convocar a los actores y vecinos de todos los años para llevar adelante lo que se ha convertido en una postal que atrae no solo a los pobladores sino también a los que la esperan cada año.
El Vía Crucis de San Jerónimo se ha convertido en una buena opción para quienes deseen sacudirse del silencio de Viernes Santo.
Con dedicación y a veces demasiado entusiasmo los pobladores e integrantes del Grupo Independiente de Teatro, se movieron por las calles y pasajes de la loma.
El recorrido recreó los momentos más dolorosos rumbo a la cumbre del Gólgota. Dicho destino final escenificado en la Plaza Rodríguez de Francia, con el rostro de Jesús en dirección al río cercano.