La mañana fría del 24 de mayo, Día de María Auxiliadora, encontró al santuario ubicado sobre la calle Don Bosco de Asunción con un gran bullicio; entre flores, los predominantes colores rosa y celeste y mensajes de esperanza en tiempos de pandemia. El sonido incesante de las bombas a tempranas horas marcó el inicio de un día festivo.
Durante la jornada ofrecieron 20 celebraciones eucarísticas en dos ambientes; tanto en el templo como en el estacionamiento de la secretaría parroquial, por seguridad sanitaria.
En la explanada, un despliegue de comidas típicas también se encargó de dar color, y sabor, a la fiesta religiosa.
Este año el lema es Enviados con María a fortalecer la esperanza en Jesucristo Eucaristía. El cura párroco del santuario, Héctor Fariña, indicó que este lema responde a dos ejes: al año de la eucaristía y, por otro lado, la esperanza, teniendo en cuenta la crisis que sufre la humanidad a consecuencia del Covid-19.
Durante su homilía, el sacerdote destacó que tras esta pandemia es necesario que los hijos de María Auxiliadora entiendan que se debe trabajar todos los días por construir y mejorar la humanidad.
“Fortalecer la esperanza es un elemento clave para que podamos seguir caminando como comunidad humana”, manifestó.
Hace más de un año, recordó el sacerdote, iniciaron las dificultades con el aislamiento, el aumento de los enfermos, el colapso en los hospitales, las pérdidas de seres queridos, la crisis económica. “Pero como María Auxiliadora es la Virgen del calvario y la auxiliadora de los cristianos, es la Virgen de los tiempos difíciles, entonces tenemos una esperanza. (...) Así como le acompañó a su hijo sufriendo, nos acompaña a todos en nuestras vicisitudes”.