Es que la simplicidad con la que juega el Azulgrana es lo que le da contundencia en los ataques. Si bien antes los equipos de Francisco Arce se lucían por toques de casi todos sus jugadores para crear ocasiones, este Cerro Porteño es megavertical y piensa en anotar de forma rápida.
Así se demostró con el tiro libre de Claudio Aquino a la cabeza de Robert Morales, que fusiló con un testazo al portero Rubén Escobar, que nada podía hacer para evitar el primer gol del partido.
La segunda demostración de esa verticalidad fue una asistencia teledirigida de Ángel Cardozo Lucena, detrás del mediocampo, para dejar a Morales en el vacío; con su potencia la Pantera eludió al portero y a dos defensores para el 2-0 que dejaba sin reacción a Guaireña.
Morales está nada menos que sentando en el banco al boliviano Marcelo Moreno, que ingresó sobre el final del partido y tuvo una chance clara de gol que fue cercana al poste derecho.
Intentos. Guaireña sufre mucho como en torneos anteriores, porque genera aproximaciones al arco rival, con remates frontales, cabezazos y desbordes, pero no logra convertir.
Es la mayor falencia de los villarriqueños, no pueden marcar y les falta ese delantero que empuje la pelota frente al arco. Mientras, sufren muchísimo y como esos equipos que están bajos de confianza, ante el primer gol se desmoralizan totalmente.
Además, sufre de una debilidad en la zona de centrales, si bien cuenta con la experiencia de jugadores como Aquilino Giménez o Miguel Paniagua, su defensa no es confiable sufriendo siempre con los delanteros rivales.
Cerro recuperó a su dupla de centrales, si bien titubeó por momentos, la solidez de su portero Jean Fernandes es clave, responde en las pocas chances que le generan.
Robert Morales
El goleador continúa en racha, siempre ubicado en la posición ideal para definir las ocasiones. Se creó jugadas y sumó otro doblete a su cuenta.
Cerro Porteño venció sin sobresaltos por 2-0 a Guaireña de visita.
El equipo de Francisco Arce es el único con puntaje perfecto del torneo.