03 jun. 2024

Rotela niega ser jefe de clan y dice que teje ñandutíes

Suspendido. El abogado Mario Escobar, solicitó un plazo para preparar la defensa.

Suspendido. El abogado Mario Escobar, solicitó un plazo para preparar la defensa.

Armando Javier Rotela negó ayer ante la prensa que sea el jefe del clan que supuestamente se enfrentó a los miembros del Primer Comando Capital (PCC), que derivó en la muerte de 10 reclusos en el penal de San Pedro.

El supuesto Zar del microtráfico, debía ser sometido a juicio oral ayer, pero su defensora renunció y se presentó un nuevo abogado, que pidió tiempo para preparar su defensa.

Justamente, entre la documentación para su defensa está una constancia firmada por Édgar Cardozo, coordinador del Pabellón Pastoral Carcelaria, que señala que el mismo está como “elaborador de ñandutí y encargado de limpieza” en un proyecto de reinserción social.

En un cuarto intermedio conversó con los medios de prensa. Dijo que él se encuentra en la Pastoral Social Penitenciaria y que no era cierto que hubo pelea con los miembros del PCC.

Negó que tenga un grupo formado, o que sea jefe de ningún clan. Alegó que el se encuentra en el Pabellón Pastoral. Dijo que “no tengo nada que ver. Estoy en el Pabellón hermano”, refirió el acusado Rotela.

SUSPENSIÓN. El juicio oral debía realizarse ante los jueces: María Fernanda García de Zuñiga, Juan Carlos Zárate y Héctor Capurro.

Sin embargo, el pasado 20 de junio, su abogada Daniela Cuevas renunció, con lo que se le intimó a nombrar un nuevo abogado.

Al final, se presentó el abogado Mario Escobar Lombardo, quien solicitó las copias del expediente, así como un plazo prudencial para preparar su defensa.

El fiscal Ysaac Ferreira se allanó al pedido, aunque solicitó al tribunal que se aboque al juicio, teniendo en cuenta que Rotela había escapado en el 2012, a más de los hechos sangrientos ocurridos en el penal de San Pedro.

Al final, los magistrados dispusieron la suspensión del juicio. Fijaron para el próximo martes 2 de julio, a las 14.00, el juicio oral para el procesado Armando Javier Rotela. El mismo había sido detenido por microtráfico en un megaoperativo en el 2011.

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.