Roque presidente

Brigitte Colmán – @lakolman

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A los colorados no se les puede luego dar nada porque enseguida lo rompen y lo arruinan.

Ahora, en medio de la peor situación que le toca vivir al país, un grupete está embarcado en una cruzada para instalar candidaturas presidenciales para el 2023.

Mientras la gente hace lo que puede para sobrevivir la crisis por el coronavirus, a los politiqueros se les ocurre lanzar –para tantear el terreno o para quemarlo– la supuesta candidatura de Roque Santa Cruz a la presidencia de la República.

Nuestro afecto y admiración por Roque no se discuten. Y por más que pase el tiempo seguiremos disfrutando por YouTube aquellos cuatro goles que hizo en un clásico, nadie nunca nos va a robar esa alegría.

La noticia sin embargo, no fue una sorpresa linda, porque si bien lo queremos al olimpista, los que podrían estar por detrás no son de nuestra confianza. Quizá por la cercanía él no lo vea, pero es gente tan desprestigiada que nadie los votaría, por eso precisamente necesitan una figura incuestionable.

Sin embargo, lo que no están calculando bien es que, Roque seguiría siendo incuestionable siempre que no se junte con gente cuestionada.

Cuando nos permitan seguiremos gritando sus goles (ojalá sean muchos, y sobre todo en una final de Libertadores) pero si se pone el pañuelo colorado al cuello y entra a la política partidaria de la mano de oscuros personajes, no va a tener nuestro voto.

EL INFORTUNIO. Este país está como está precisamente por los malos políticos del Partido Colorado y todos sus satélites de los últimos 70 años.

Ese mismo partido que tienta a figuras públicas que gozan de la confianza de la gente es el culpable de como está el país.

No tenemos educación pública de calidad. Los que pueden, pagan millones a una escuela privada para la educación de sus hijos, porque la educación en el Paraguay es buena solo si tenés plata para invertir en el futuro de tus hijos. El resto de los paraguayos tiene a sus hijos en escuelas públicas que se caen a pedazos; y además tienen que preocuparse por si un gobernador bandido se roba el dinero de la merienda escolar de sus chicos.

Paraguay, bajo tantos gobiernos colorados no ha sido capaz de dar salud universal a sus habitantes, tiene unas pocas camas de terapia con respiradores para enfrentar al Covid, y encima permite que en plena crisis mundial por pandemia se robe o se intente robar con descaro e impunidad.

Y es precisamente su dirigencia, la que permitió que creciera como un cáncer ese esquema de corrupción que siempre perjudica a los mismos: A los paraguayos pobres. Por 70 años han sido dueños del Estado paraguayo y así nos va de mal.

Porque, ¿quién si no es culpable de que haya fracasado la única obra que iba a beneficiar a la mayoría trabajadora de esta zona del país?

El Metrobus era una buena idea y hoy, a pesar de que no existe, nos costará más de 50 millones de dólares. Este negocio redondo le deja al país una deuda gigante que la van a pagar esos mismos trabajadores a los que se les niega un transporte público decente, y en época de pandemia se ven obligados a viajar apachurrados en los buses, exponiéndose al contagio irremediable. Otro detalle que nos regaló ese partido nefasto es la impunidad: Nadie va a ir a la cárcel por la gran estafa del Metrobus.

Esos mismos que nos niegan una vida digna ahora construyen un puente; que no le va a servir a la mayoría trabajadora del país, un puente que nadie les pidió y que lo están construyendo a toda bala hacia el Chaco.

¡Por culpa del gran partido colorado, Paraguay apenas tiene unas pocas camas de terapia intensiva y respiradores para enfrentar la crisis del Covid-19 y unos desubicados quieren hablar de elecciones!

Por todo esto Roque querido, no sos vos, el problema es el partido.

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