19 jul. 2025

Romy Orué: Pasión y amor por la ganadería

32086712

Las mujeres Orué. Desde su infancia, Montserrat y Luján Naomi absorbieron los conocimientos de su madre.

María Elena Galeano
Romy Orué Paredes, es ingeniera química, sin embargo lleva 25 años de conquista en un rubro que hasta hoy es el predominio masculino: La ganadería. Su pasión por el trabajo de campo comenzó con el legado de sus padres que inició en 1978 con la adquisición de un establecimiento en el distrito de Puerto Pinasco, Presidente Hayes.

En principio, el lugar era visto como hobby y lugar de esparcimiento para la familia. “Al comienzo, mi papá era el único que iba hasta allá porque no había camino, lo hacía hasta un lugar donde podía aterrizar –en avioneta–, y de allí recorría 22,5 km a caballo o a carros”, narra Romy Orué.

Luego de ese difícil periodo vino la habilitación del camino de tierra a la altura del km 340 de la Ruta Transchaco, en la zona conocida como Salazar. Para ese entonces, la madre de Romy comenzó a acompañar a su padre. La travesía hasta la estancia duraba 2 días de viaje por tierra, según relata.

Claramente, hasta hoy sigue siendo un desafío llegar hasta las Estancias Mayo 6 y 14 de Mayo, pues el clima es el factor determinante para el acceso: En temporadas de lluvias copiosas, la tierra se convierte en barro, un limo arcilloso que tarda días en absorber el agua. Su contraparte es el polvo, que en tiempos de sequía impide la visual para el paso de las camionetas y transganados, a veces ocasionando graves accidentes. Con las dificultades para el acceso, la hostilidad de la vegetación y fauna del lugar, y las condiciones del entorno, este resulta un negocio para personas que llevan los pantalones bien puestos, y doña Romy Orué es, sin duda, una de ellas.

Rubro para hombres

Para lograr ganarse un lugar de respeto en el sector ganadería, uno de los mitos que Romy, luego de muchas luchas, pudo derribar es el de que la ganadería no es un negocio para mujeres. “Los prejuicios todavía existen en la ganadería, y, por eso, aún cuesta mucho que capataces y encargados acepten órdenes de una mujer puesto que la imagen de patrón está instalada en la figura masculina”, asevera la ganadera.

Que una mujer de órdenes al personal de estancia es poco probable, pero ella hizo gala de la experiencia obtenida como química industrial, donde tuvo la oportunidad de trabajar con obreros. “Era ya una costumbre de emitir órdenes y mandar hacer trabajos”, mencionó.

En ese sentido, “el tacto y la tolerancia son claves para acercarse al hombre de campo”, asegura, y consecuentemente consolidar la figura de líder o de patrona.

Rol activo

Actualmente, Romy Orué es miembro del nuevo consorcio conformado por la Asociación Rural del Paraguay (ARP) y la Universidad Rural del Paraguay (URP) para la Expo Paraguay, en donde se desempeña en el departamento de finanzas. Asimismo, es también miembro de la Regional Central Chaco, en la comisión directiva y además es parte de la Asociación de Damas Ganaderas. “Creo que hay mayor participación de la mujer en el sector, gracias a las primeras mujeres que se animaron a adentrarse en el mismo, pero aún falta mucho por conquistar”, afirma.

Sobre esto sostiene que se deben generar más espacios para las mujeres jóvenes profesionales que quieran integrar el sector.

Ganadería en familia

La descendencia de la familia Orué también lleva la ganadería en la sangre: Las hijas continúan el legado de los abuelos y su madre. Así, Montserrat Rolón Orué es Dra. veterinaria y Luján Naomi del Pilar Rolón Orué es Ing. en zootecnia.

Montserrat junto con su marido son los encargados de ejecutar los protocolos sanitarios y de bienestar animal, así como de reproducción, en las mencionadas estancias como en la cabaña Punta Ybate ; mientras que Luján trabaja el área de genética animal en los establecimientos de la familia. Ambas hijas trabajan en equipo para la selección de toros que serán destinados para la cabaña o para la industria cárnica.

La cabaña, específica Romy, se encuentra en el establecimiento de su hermana, en la Agroganadera Ma. Auxiliadora, en Quiindy. Allí, se dedican a la cría de animales de puro pedegree de la raza Braford y de la raza Brahman.

“Nuestro negocio consiste en la cría y recría de animales, venta de desmamantes en los remates de ganado, así como también la venta de animales a frigorífico”, refiere acerca del dinamismo de su emprendimiento ganadero que involucra a su familia.

Además, de esto sus animales participan de las expo ferias como por ejemplo: la 19ª Expo Nacional Braford y la 8ª Expo Nacional del Ternero, realizadas en el mes de abril, y donde obtuvieron importantes reconocimientos.

Anhelos y visión

Para la empresaria ganadera, el mayor anhelo es que continúe el negocio familiar a través de sus hijas y las siguientes generaciones. “Mi mayor anhelo es que lo que con tanto sacrificio y pasión logramos siga creciendo, con la abundancia y la calidad que siempre estamos acostumbradas a ofrecer a nuestros clientes”, expresa con entusiasmo la mujer.

Su pasión y perseverancia es, ciertamente, un impulso y una inspiración para sus hijas y otras mujeres que quieran incursionar en el ámbito de la ganadería y deseen lograr sus objetivos como lo hicieron las mujeres Orué.

Más contenido de esta sección