28 may. 2025

Roban por valor de G. 500 millones a joyería visitada por cuarta vez

La primera fue en el 79, recordó don Guido Galli, propietario de la tradicional Joyería Luxor, sobre la calle Palma, Asunción; luego, en el 96 y en el 2003. La última ocurrió el fin de semana pasado.

Por acá. Guido Galli muestra el buraco por donde entraron.

Por acá. Guido Galli muestra el buraco por donde entraron.

No era la primera vez, pero hacía unos 16 años de la última ocasión que entraron al local a robar. Por eso, grande fue la sorpresa que se llevó don Guido Galli, propietario de la Joyería Luxor, cuando abrió la puerta de su local –ubicado sobre Palma esquina O’Leary, en el microcentro de Asunción– en la mañana de ayer, lunes, y no encontró nada; los ladrones habían vaciado los exhibidores.

Cuando ingresó, lo primero que le llamó la atención, mencionó Galli, fue que el salón principal estaba a oscuras. Al pasar a la pieza contigua, que utiliza como taller, encontró un buraco en la pared y poco a poco comenzó a imaginar lo peor. “Abrieron un boquete y se llevaron todo”, dijo el hombre, y señaló después que los desconocidos que ingresaron se llevaron joyas por valor de G. 500 millones.

El monto dado por el propietario es un estimativo, ya que el dato exacto se tendrá cuando realicen el inventario de la cantidad de aros, pulseras, collares de perlas, de oro, plata y otras piedras que estaban puestos en exhibición.

EN CAJA FUERTE. El perjuicio podría haber sido mayor, pero los maleantes, a pesar de que intentaron de todas las formas posibles –amparados en el silencio del fin de semana–, no pudieron abrir la caja fuerte, donde también estaban guardados objetos con mucho más valor de lo robado.

Galli explicó que los ladrones también se ocuparon de desactivar la alarma y sustrajeron las cámaras de circuito cerrado. Mencionó que al lado de la joyería se estaban realizando refacciones, también para un local comercial.

El comerciante denunció el hecho en la Comisaría Primera Metropolitana y pidió a los agentes que investiguen a los obreros que trabajan al lado de su negocio, sobre todo por el agujero de la pared.

COMIERON Y BEBIERON. Los desconocidos no solamente robaron, sino que también se tomaron su tiempo incluso para comer y beber en el lugar. El hecho quedó evidenciado con las botellas y el resto de comida que dejaron tirados.

El propietario, finalmente, alrededor de las 9.00 de ayer, comunicó el hecho a la comisaría jurisdiccional.

El comisario Robert Rodríguez, jefe de la Comisaría Primera, afirmó que el caso también ya fue derivado a la Fiscalía para su investigación.

Los agentes uniformados, luego de realizar los trabajos de rigor, llamaron a sus pares del Departamento de Investigación de Delitos, de la División de Robos y Hurtos de la Policía Nacional, a cargo del comisario Walter Cardozo, que tendrá a su cargo la investigación del hecho junto con el Ministerio Público.