En un ambiente altamente insalubre viven unas 15 familias en un sector del barrio Sajonia debido al colapso sufrido por el sistema de alcantarillado sanitario, como consecuencia del crecimiento de las aguas del río Paraguay, que lentamente van alcanzando sus viviendas y las calles.
Nauseabundos efluentes cloacales empezaron a filtrar a la superficie tanto en las arterias ubicadas en las adyacencias del Club Deportivo Sajonia y en los mismos patios de los vecinos del lugar, quienes reclaman una solución por parte de las autoridades de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap).
La gente recurrió a motobombas para desagotar las taponadas cañerías, las que lenta pero progresivamente fueron anegando todo el lugar de un viscoso y maloliente líquido.
Catalina Ramos, una de las pobladoras de este punto de la ciudad, dijo que “este drama de la cloaca lo tenemos cada vez que llueve. Pero esta vez, con el tema de la inundación, ni siquiera las motobombas nos ayudan a destrancar todo. Barremos todos los días, hacemos lo que podemos, pero en este caso ya nos está superando la situación”.
“El olor es insoportable. Ni siquiera podemos comer ni estar en nuestras habitaciones. Todo se inunda de ese olor desagradable”.
INUNDACIÓN. Por otra parte, otro grupo de familias que viven al costado del gran murallón de la citada institución deportiva ya fueron alcanzadas en gran parte por la crecida de nuestro principal afluente hídrico. Fernanda Moreira, quien reside en este sitio ribereño, indicó que a pesar de la colaboración de personal de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) no pueden conseguir un lugar en las zonas altas de la capital para ir a instalar sus casas en un refugio temporal.
“La casa de mi hijo ya está bajo agua. Él y sus hijos durmieron anoche bajo carpa en una parte de mi casa. Hay muchas criaturas y también alimañas, por lo que todo se vuelve muy peligroso”, lamentó la afectada.
DAÑOS. Por su parte, Orlando Benítez, residente en Orihuela y Cala’a, indicó que a los gastos millonarios que se deben prever cuando retrocedan las aguas se tienen que sumar otros para el traslado en canoa, una vez que todo quede inundado.
“En mi caso, en la inundación pasada gasté G. 1 millón para movilizarme en canoas, que cobran G. 10.000 por viaje”, concluyó.