Hace tiempo que los principales periódicos de Canadá vienen librando una batalla contra las grandes empresas que monopolizan las páginas de búsquedas en internet y la interacción a través de las redes sociales, entre otros servicios digitales que van desplazando cada vez más a los periódicos.
El principal problema es que tanto Google como Facebook, a través de diversos servicios, utilizan libremente para atraer a sus usuarios los contenidos generados por los periodistas y las empresas de comunicación, que insumen para esos medios un alto costo de producción y salarios, pero no pagan absolutamente nada por ellos, pero se quedan con el 80% de la publicidad digital, generando una competencia totalmente desleal y monopólica.
Recabar y publicar noticias, así como chequear debidamente la información, cuesta dinero, pero Google y Facebook se niegan a pagar un “precio justo” por el contenido creado por medios canadienses, aseguró el director ejecutivo del Toronto Star, John Boynton.
Desde la organización News Media Canadá, sostienen una campaña, buscando que el Congreso canadiense apruebe una ley para regular la apropiación de contenidos ajenos en internet, obligando a que Google, Facebook y otras empresas paguen por usar los contenidos elaborados por los periodistas. En ese sentido, plantean seguir el ejemplo de Australia, en donde se ha presentado un proyecto de ley para que las empresas tecnológicas paguen por el contenido de los medios de comunicación que se publique en sus plataformas.
Según el Gobierno australiano, el plan tiene como objetivo “proteger el periodismo independiente”, convirtiéndose Australia en el primer país en implementar una medida de este tipo. El ministro del Tesoro, Josh Frydenberg, sostiene que la legislación “ayudará a garantizar que las reglas del mundo digital reflejen las reglas del mundo real y respalden nuestra industria de medios”.
Los casos australianos y canadienses exponen la necesidad de que la ciudadanía revalorice al periodismo serio y responsable. Al igual que las empresas periodísticas, las redes sociales deben ser sancionadas si difunden noticias falsas, si cometen difamación y calumnias, además de responder por la apropiación ilegal de los contenidos periodísticos.
Aun con todas las críticas que se les puedan achacar, los medios de comunicación cumplen una importante función social ante la avalancha de noticias falsas o fake news, que socavan las bases de una república. Sin la prensa cumpliendo la misión de ser “el perro guardián de la democracia”, los poderes arbitrarios y corruptos no tendrían ninguna contención.