Reacondicionar casas y terrenos en zonas ribereñas que quedaron en mal estado, tras cinco meses de inundación, representa una situación que pinta un panorama muy complicado para el retorno de miles de damnificados.
Gran cantidad de basura, paredes llenas de humedad y patios cubiertos de un nauseabundo barro representan un gasto imprevisto que la mayoría de los evacuados que hoy buscan salir de los refugios habilitados no están en condiciones de asumir.
La queja se refiere además a la escasa dotación de camiones por parte de la Comuna capitalina y de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) para trasladar a quienes ya desean instalarse en sus viviendas.
Teresa Armoa, quien junto a su marido y dos hijos menores debe volver al sector de Tablada Nueva conocido como Laguna Pytã, explicó que paga G. 30 mil por cada carga de escombros para rellenar el predio y el interior de su humilde casa que quedaron embarrados y con malformaciones. “Sacamos y quemamos mucha basura. Ahora viene el gasto grueso para arreglar todo. Escombros, pintura, cemento, reponer el techo robado lleva un dinero que no hay, pero que tenemos que conseguir de donde sea”, expresó.
RESPUESTA. El director de Gestión de Riesgo de la Comuna capitalina, Aníbal Arias, indicó que además de mudar a la gente se encargan de poner en condiciones calles y accesos de cada punto ribereño, pero que no existen recursos suficientes para reparar viviendas y lotes. “Es imposible hacer todo eso. Tiene un costo demasiado elevado”, sostuvo.
Puntualizó que solo tienen 8 camiones, por lo que agendan el traslado de la gente.
