Gran pérdida. Costa, directora del Cuchillo de Palo, considerada una magistral pieza documental sobre el impacto entre los paraguayos de la moral represiva de la larga dictadura de Alfredo Stroessner, falleció a finales de junio en París a los 39 años tras una larga enfermedad.
La cineasta había sido algo más que una de las productoras de Boreal, el primer largometraje de Federico Adorno, dijo a Efe Luis Rubin, que trabajó junto a Costa en la labor de producción.
Rubin recordó que fue Costa quien le invitó a tomar parte en el proyecto surgido del guión de Adorno, una historia de campesinos en el Chaco paraguayo que comenzó a tomar forma entre julio y agosto de 2017 con la búsqueda de exteriores en varías comunidades indígenas cerca de la frontera con Bolivia.
El proyecto pasó entonces por varias vicisitudes, entre ellas la búsqueda de fondos, con Costa moviendo los hilos desde París, donde estaba radicada.
Hasta que en setiembre de 2019 se trasladó a Asunción para dirigir la producción de Boreal mientras el filme se rodaba en una estancia de Filadelfia, capital del departamento de Boquerón, a unos kilómetros de la capital.
Una pausa. A lo que siguió el periodo de posproducción en México, interrumpido por la aparición de la pandemia, y la elaboración de un montaje provisional.
Y ahora la inclusión de la película en el WIP Latam, el nuevo “work in progress” del festival donostiarra, que sustituye al apartado Cine en Construcción y fue seleccionada junto a películas de Argentina, Colombia y Uruguay.
En ese sentido, Rubin reiteró el papel de Costa tanto en el proyecto como en el impulso del cine paraguayo, al que contribuyó con Cuchillo de Palo, su opera prima, en 2010, con más de una decena de premios internacionales y proyectado en los Festivales de Berlín y Cannes.
El documental explora sin atajos la figura de un tío suyo que fue detenido y torturado por la dictadura durante un operativo contra los homosexuales.
Una gran labor. Rubin destacó también su esfuerzo como organizadora de proyectos de cine como el Taller Mua (luciérnaga en guaraní), que en 2013 tuvo como tutoras a Paz Encina, cuya película Hamaca Paraguaya es el otro gran referente del nuevo cine paraguayo.
“Ella era multifacética, quería elevar el nivel del cine en Paraguay desde esos talleres. Era una generadora cultural, pero también quería volver a dirigir, teníamos proyectos”, comentó Rubin, que años atrás produjo Mangoré, sobre el gigante paraguayo de la guitarra Agustín Pío Barrios.
EN EL Chaco. Boreal narra la complicada relación entre unos trabajadores del campo contratados por un patrón menonita del Chaco.
La película de género dramático, es protagonizada por los actores Fabio Chamorro, Mateo Giménez y Amado Cardozo. La misma está hablada en idioma Guaraní, Español y Plattdeuscht, dialecto menonita.
Una historia que según Rubin tiene concomitancias con los dos cortos de Adorno, Isla Alta y La estancia, y presentados en los festivales de Rotterdam y Oberhausen.
“Es un poco la tragedia de nuestros campesinos de la América en general y de aquí en Paraguay, un problema nunca resuelto”, resaltó Rubín.
El productor señaló que la idea de Adorno es añadir siete minutos al montaje que se verá en esa sección del festival de San Sebastián, los días 22, 23 y 24 de setiembre.
Los proyectos seleccionados son filmes en fase de posproducción que se presentarán ante una audiencia de profesionales en el WIP Latam, dirigido a producciones o coproducciones de mayoría latinoamericana. EFE
La destacada Renate Costa sigue siendo recordada luego de su sentida y temprana partida. Integrantes del filme, en donde fue productora, señalan que ella fue el alma de la cinta.
La cinta
Boreal, de Federico Adorno, es una cinta paraguaya-mexicana rodada en el Chaco Paraguayo en septiembre del 2019. Fue producida por Renate Costa, Pamela Guinea, Leo Rubin y Federico Adorno. La sinopsis señala que Benjamín tiene problemas para adaptarse al trabajo y comienza a comportarse de forma errática. Espera con ansias la vuelta del jefe menonita. Luego de 30 días el jefe menonita aparece y dice a César que deben quedarse más tiempo a seguir con las alambradas. Benjamín se opone. Tras discusiones el jefe menonita accede a que Benjamín parta con él y pide a César y Genaro que queden tres días más a continuar con el trabajo. César y Genaro esperan que los días pasen rápido pero el pasado de Genaro resurge.