La pandemia de coronavirus causó cerca de 1,8 millones de muertos en el mundo y más de 81 millones de contagios, según un recuento este miércoles de la AFP, mientras se teme que los viajes por las fiestas de fin de año aumenten la propagación de la enfermedad.
Hoy se cumple un año de la primera mención de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la aparición de una nueva pulmonía en la localidad china de Wuhan.
Doce meses después, los países se apremian a vacunar a sus poblaciones para hacer frente a la pandemia.
Argentina otorgó este miércoles la autorización para la vacuna desarrollada por el laboratorio sueco-británico AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
Unas horas antes, la Agencia británica del Medicamento ya había dado luz verde a este inmunizante, gracias a la cual las autoridades esperan acelerar la campaña de vacunación iniciada a principios de este mes.
El Reino Unido, uno de los países más enlutados en Europa con más de 71.500 muertos, se enfrenta a un incremento de las infecciones atribuido a una variante del virus, que según un estudio británico es más contagiosa (entre un 50% y un 74%), y se está detectando cada vez en más países, entre ellos Chile.
LA MÁS ESPERADA. La vacuna de AstraZeneca/Oxford era muy esperada por razones prácticas: es mucho más barata que la ya distribuida Pfizer/BionTech y puede conservarse a temperaturas de entre 2ºC y 8ºC, lo que facilita la vacunación a gran escala.
El primer ministro británico, Boris Johnson, celebró una noticia “realmente fantástica” y un “triunfo para la ciencia británica”. “Ahora vamos a vacunar al mayor número de gente posible”, declaró en Twitter.
La vacuna empezará a usarse a partir del 4 de enero en el país, que ha pedido 100 millones de dosis. Entretanto, las autoridades han reconfinado a una gran parte de la población para intentar contener el alza de casos.
EEUU espera contar en abril con la autorización para la vacuna de AstraZeneca, más de tres meses después de la luz verde del regulador británico, explicó Moncef Slaoui, consejero jefe del programa de vacunación estadounidense.
Es poco probable que la UE autorice la vacuna de AstraZeneca en enero.