Con la imagen que muestra la sonrisa eterna y una alfombra adornada de flores, los villarriqueños recordaron ayer la beatificación de Chiquitunga, en dos misas realizadas durante la mañana y la tarde.
La primera celebración del día se realizó en la Catedral de Villarrica y fue dedicada a la solemnidad de Corpus Christi, informó el corresponsal Richart González.
En el templo, los fieles de Chiquitunga prepararon una imagen de la beata, la que fue adornada con flores. También desplegaron una gran alfombra, hecha por fieles de la zona, con el mismo arreglo ornamental.
La celebración eucarística matutina estuvo presidida por el monseñor Adalberto Martínez, quien recordó a Chiquitunga como un ejemplo de superación y amor para todos los paraguayos.
Vespertina. En horas de la tarde, se realizó otra celebración. Al fin del acto litúrgico, la reliquia de Chiquitunga, consistente en un dedo, fue llevada en procesión desde la Catedral hasta la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en la capital del Guairá.
En Villarrica, su ciudad natal, Chiquitunga es recordada como una mujer que llevó una vida de santidad desde su juventud. Sobre todo a favor de los más necesitados.