CIUDAD DEL ESTE
Familiares de reclusas de la correccional Juana María de Lara denunciaron abusos y maltratos de parte de las celadoras de la institución.
Uno de los reclamos puntuales es que durante los días de intenso frío las celdas de castigo o aislamiento permanecían cerradas solamente con las rejas y las internas dormían en el piso frío, sin posibilidad de usar frazadas ni colchones.
También se quejaron de que siempre se habla de donaciones para el penal, pero ellas no comen alimentos a base de carne, reclamando la calidad de la comida que reciben.
Según el escrito, las reclusas son llevadas a la sala de aislamiento cuando son sorprendidas con teléfonos celulares, una cuestión totalmente prohibida para ellas, pero refieren que las propias celadoras les entregan a cambio de favores.
La presencia del juez de Ejecución, Carlos Víctor Bordón, fue reclamada por las condenadas, ya que casi nunca el magistrado concurre a la cárcel de mujeres.
María Teresa Rolón, directora de la correccional, dijo que las internas nunca están conformes. Negó que la celda de aislamiento esté sin colchones y solo sea cerrada con las rejas en los días de intenso frío. “Acá lo que nos sobran son camas y colchones”, dijo Rolón. Sin embargo, admitió que la mayoría de los aislamientos se dan porque encuentran teléfonos celulares en poder de alguna interna.