20 jul. 2025

¿QUÉ ES DIOS PARA MÍ?

Para muchos es una serie de ideas que han escuchado o les enseñaron en el catecismo o en la iglesia los domingos.

Alguien muy poderoso que premia a los buenos y castiga a los malos.

Es el que nos dijo los diez mandamientos.

Es donde tengo que acudir en las dificultades de la vida. Es el que me va a pedir cuentas cuando muera.

Es ser bautizado, hacer la primera comunión.

Estar en el novenario de un difunto familiar o en la fiesta del patrón del barrio.

Si se fijan bien Dios son acciones o teorías, creídas que tuvimos algunos momentos de la vida y luego se quedan como dormidas. Unas son más positivas que otras. Pero, influir, influir, no influyen mucho de un modo continuado.

Aunque tampoco la idea de Dios desaparece del todo.

Está ahí como un lejano telón de fondo en mi vida.

Y ¿qué fue Dios para Jesús?

Ante todo y sobre todo fue una experiencia profunda vivida, que le dio sentido a toda su vida.

Experiencia de que estaba Dios muy cerca, al lado, llenándolo por dentro con mucho amor.

Y que lo mismo estaba en todos los seres humanos que lo rodeaban.

Por eso su vida era buscar una vida más feliz y dichosa para todos, comenzando por los más abandonados, y ponerse a su servicio.

Curiosamente Jesús no hablaba de cómo era Dios. Hablaba que estaba allí en medio de todos para ayudarnos.

Y a esta cercanía de amor activo que los curaba y hacía felices, la llamaba el Reino de Dios.

Ciento veinte veces habla del Reino en los Evangelios.

Con esta experiencia de Dios, Jesús era luz, vida, amor, felicidad en una entrega radical a todos, sea quien fuere.

Ser cristiano moderno es vivir lo más posible esta experiencia profunda del Dios de Jesús con todos los que nos rodean.